Durante la disputa del Trofeu Taronja el pasado 6 de agosto, la afición de Mestalla cantó al unísono un mensaje para la directiva: "¿dónde están los fichajes?". Meriton, entidad comandada por Peter Lim y que dirige el club, sólo ha traído a Pepelu este mercado de fichajes, dejando marchar a un gran número de futbolistas, algo que ha colmado la paciencia de la afición y de los jugadores que siguen en el equipo, tal y como el capitán, José Luis Gayà, expresó hace unos días.
Por otro lado, esta forma de trabajar no es nueva en el Valencia desde que Lim y Meriton tomaron las riendas del club. La única constante desde entonces han sido los cambios en el banquillo, puesto que es raro el entrenador que dura más de un año al frente del equipo.
Durante el mercado de fichajes de la temporada 2020/21, con Javi Gracia como entrenador, el Valencia vendió a Parejo, Coquelin, Rodrigo y Kondogbia, este último con LaLiga ya empezada, y sin traer ningún futbolista en sustitución. "Antes de llegar era una cosa y cuando llegué otra. No me contaron la verdad", dijo Gracia cuando le cesaron a pocas jornadas del final del campeonato. Más suerte tuvo Bordalás, que sí que recibió fichajes, aunque estos se dieron gracias al respaldo del fondo de inversión CVC y LaLiga. Unos fichajes que llegaron ya con el campeonato empezado. Gattuso tuvo una suerte parecida a la de Gracia, viendo marchar a Guedes y Carlos Soler, lo que le llevó a dimitir. Ahora Baraja está viviendo lo mismo, con la salida de Lino, Kluivert, Cavani o Yunus Musah y la única llegada de Pepelu.
Pese a contar con LayHoon como presidenta y varios cargos directivos y dentro de la secretaria técnica ocupados por Javier Solís, Inma Ibáñez y Miguel Corona, es Peter Lim quien sigue haciendo, o más bien deshaciendo, a su antojo desde Singapur, lo que genera un bloqueo que está llevando al Valencia a la ruina.
Según datos de mercado del portal especializado 'Transfermarkt', en septiembre de 2019 el Valencia tenía una cotización de 474,2 millones de euros, mientras que actualmente su valor es de 149,5 millones, un empobrecimiento de casi el 70% en cuatro años, concretamente un 68,5%.
Desde la plantilla que el equipo tuvo en la temporada 2018/19 hasta la actual, el club ha perdido 324,7 millones de euros de valor, algo que cuesta mucho de mantener y explicar.
Lo peor de todo no son estos terroríficos números, sino la sensación de desapego que está sufriendo el equipo en la propia Valencia, además de que el futuro no es nada alentador, tal y como demuestra el vigente mercado de fichajes.