El Valencia dio un gran paso en la lucha por Europa con su victoria la mínima ante Osasuna, favorecido por en incompresible fallo de Budimir desde el punto de penalti en el minuto 97. Ya no sólo está inmerso en la lucha por la Conference League, con dos puntos de ventaja sobre un Betis al que recibirá el próximo sábado en Mestalla, sino que otea a sólo tres puntos a la Real Sociedad y su puesto de Europa League.
Buena parte de la culpa del gran momento del conjunto che reside en su solidez defensiva. Con la pareja Mosquera-Cenk brillando a un alto nivel en el eje de la zaga, Giorgi Mamardashvili sólo ha encajado un gol en las cinco últimas jornadas, manteniendo su meta a cero en las tres últimas.
Con 32 tantos recibidos en 31 partidos, sólo Unai Simón presenta mejores números que el georgiano en la lucha por el Trofeo Zamora, quedando Álex Remiro con la misma media que el valencianista (1.03 goles por encuentro). Un dato que sigue elevando la cotización del meta de 23 años.
El próximo verano, Peter Lim buscará realizar otra gran venta para cuadrar las cuentas del club y Mamardashvili aparece como su gran baza. Tras sonar el pasado verano para el Bayern Múnich o el Real Madrid, como relevo del lesionado Courtois, no han dejado de seguirle la pista diferentes clubes de la Premier League como el Chelsea, el Tottenham o el Newcastle.
Esta puja hace que en Mestalla se froten las manos, colocándole un precio de salida de 35 millones de euros, el mismo valor de mercado que le impone la web especializada Transfermarkt. Pero, de momento, el meta, que acudirá además en verano a la Eurocopa, se siente a gusto en el Valencia, por lo que sólo accedería a un traspaso si el destino es realmente atractivo a nivel deportivo.
En El Sadar, Mamardashvili fue el capitán del equipo ante las lesiones de Gayà u Diakhaby. En su tercera campaña en el conjunto che, fue el jugador con más tiempo en la plantilla sobre el campo, al quedarse en el banquillo Jaume Domènech, Thierry Rendall y Hugo Guillamón.
Así, tras el partido, el georgiano mostró su felicidad no sólo por la importante victoria ante Osasuna, sino por el hecho de lucir un brazalete que encumbra aún más su figura dentro de un equipo en el que se siente protagonista. "Partido especial para mí. Es un gran orgullo ser el capitán de un equipo grande como el Valencia. Una victoria muy grande y portería a cero. Gracias afición", destacó en sus redes sociales. Un mensaje de cariño a un valencianismo que sueña con su continuidad, aunque sabe que todo está en manos de Peter Lim.