Alberto Gálvez4 min lecturaEs el fútbol moderno, nos guste o no. Hace un par de décadas era inviable que un presidente cerrara la contratación de un técnico sin conocerlo y, menos aún, sin haberle dado ni siquiera la mano, ese gesto tan ancestral como de compromiso cuando dos interesados quieren llegar a un acuerdo.
Pues así se ha cerrado la contratación de Rubén Baraja por el Valencia. La vuelta del vallisoletano a Mestalla se ha producido con tal premura que Peter Lim no ha podido ni conocerlo personalmente. Sólo ha podido leer los informes exhaustivos del director deportivo Miguel Ángel Corona, quien se los llevó hasta Singapur para que comprobase que era el elegido y diese su visto bueno.
Para el máximo dirigente valencianista, Baraja debe ser el "Xavi de su club", si bien se le olvida que la plantilla che no es la misma -ni por asomo- que la del conjunto catalán. No obstante, en lo que no se ha equivocado es que ha atado a un técnico que lleva al Valencia y la ciudad en sus venas. Por su pasado, por su familia y por el deseo que tiene de devolver al club a elite del fútbol español. "Quiero que Mestalla vuelva a ser el que yo conocí como jugador" o "no vengo a hipotecar al club, vengo a trabajar y ayudar para salir de esta situación" fueron algunas de las frases más lapidarias que dejó el propio Baraja ayer en su presentación y que, a más de un aficionado, le puso la piel de gallina.
El excentrocampista blanquinegro confesó que llevaba tiempo esperando esta oportunidad en la elite y qué mejor manera que hacerlo en la que considera su casa. Eso sí, Rubén desveló cuál ha sido la única condición que le puso al club para firmar. No quería ni hablar de cifras ni de tiempo, sino de personas. Concretamente una, la de Carlos Marchena, quien ejercerá de segundo entrenador.
El de Las Cabezas de San Juan sólo cuenta en su trayectoria como entrenador con la experiencia también como segundo en el Sevilla Atlético en la 2019-20, pero el nexo de unión con Baraja se consagró para siempre desde su doblete histórico en 2004. Y es que fueron tantas las experiencias y los momentos compartidos con el hispalense en los terrenos de juego que, ahora, desea tenerle de cerca como su mano derecha en el banquillo.
Ambos han visualizado todos los partidos del Valencia de la presente temporada, una prueba de la que han dejado constancia en los informes recabados por el propio Corona y transmitidos a Lim la semana pasada.
Así las cosas y tras haber dirigido al Real Zaragoza, Tenerife,Sporting, Rayo Vallecano y Elche CF, Baraja regresa a un Valencia donde ya tuvo una destacada experiencia como técnico del Juvenil A de División de Honor de la Academia VCF.