Este miércoles 14 de febrero se cumple un año de la llegada de Rubén Baraja al banquillo del Valencia. No fue la primera opción tras la salida de Gattuso y el paso como interino de Voro. De hecho, en un primer momento se negoción con Vicente Moreno, por entonces en el Al Shabab de Arabia Saudí, pero el técnico vallisoletano ha logrado despejar todas las dudas con las que aterrizó por su falta de experiencia en Primera división.
Su gran valedor fue Miguel Ángel Corona, director deportivo che, que convenció de su fichaje a Peter Lim. Y en su primera media campaña al frente del conjunto valencianista logró el doble cometido de lograr la permanencia y, al mismo tiempo, apaciguar los ánimos en una crispada afición, a la que siempre ha lanzado mensajes de agradecimiento.
Esto le sirvió para continuar esta temporada, aunque cuando firmó ni siquiera quiso poner un año opcional en su contrato. En su lugar, lo que hizo fue ganárselo con su trabajo tras cuatro meses en los que casi aceptó lo que le pusieron por delante, con un sueldo inferior al de sus predecesores en el cargo.
Así, tras sumar 22 puntos en 17 jornadas, fruto de 6 victorias y 4 empates, Baraja se ganó su renovación hasta 2025, con el consiguiente aumento de salario, y esta campaña ha dado un nuevo paso al frente. Pese a la falta de inversión en fichajes, tanto en el mercado estival como en el de invierno, su equipo vive en la zona alta e incluso sueña con Europa, que está a sólo tres puntos.
Ante la falta de refuerzos, el ex centrocampista no ha dudado en tirar de la cantera. Ya el curso pasado dio un papel protagonista a jugadores como Javi Guerra, Diego López y Alberto Marí. Pero la lista no ha parado de crecer con Mosquera, Fran Pérez, Yarek, Gozálbez, Hugo González, Ali Fadal, Rubo Iranzo o David Otorbi, el último en debutar.
Sus números no admiten discusión, con un 42,2% de victorias en sus primeros 45 partidos, como apunta Superdeporte, que compara estos datos con los de otros técnicos recientes que se quedaron por debajo, como José Bordalás y Albert Celades (37%), Gennaro Gattuso (31,82%) o Javi Gracia (29%).
Pero ahora, Baraja quiere más. Su enfado con el ‘caso Rafa Mir’, su gran prioridad en los dos últimos mercados, ha hecho que por primera vez airee su desencuentro con Peter Lim al asegurar que “en el Valencia prima lo económico a lo deportivo”. Por ello, aunque tiene un año más de contrato por delante, exige que el propietario del club dé un paso al frente para retomar un proyecto más ambicioso.
Como apunta el diario Marca, sus diferencias con la dirección de la entidad son evidentes en este sentido dadas el freno económico impuesto por el empresario singapurense, por lo que una vez que acabe la temporada tendrá que evaluar cuál es su deseo personal. “Cuando un entrenador tiene ambiciones y quiere cosas, el club tiene que ir detrás respaldándole", señaló recientemente.