Luis Alberto tiene inmensas ganas de salir de la Lazio, tras romper prácticamente su relación con el técnico romano Maurizio Sarri, con el que solo le unen tiranteces. Como ocurriera hace algunas semanas, el Valencia ha vuelto a preguntar por el centrocampista, que está predispuesto a recalar en Mestalla.
A sus 30 años, y después de convertirse en una pieza clave del equipo italiano el último lustro, el de San José del Valle está decidido a salir, aunque tiene contrato en vigor hasta 2025. La Lazio conocedora de la situación del ex sevillista está dispuesta a negociar su traspaso. Uno de los inconvenientes podría ser su sueldo, que supera los tres millones netos por temporada más primas.
A sus elevados emolumentos habría que sumar el precio que le han puesto desde la Lazio: una cesión con obligación de compra de unos 20 millones de euros. La obligación de adquisición es precisamente lo que tiene frenada la ofensiva che, y lo que limita que otros equipos de LaLiga como el Villarreal de Quique Setién o el Atleti del Cholo Simeone se lancen de lleno a la puja.
El cóctel es complicado: traspaso caro y salario elevado. No obstante, el gaditano es del gusto de Gattuso, buen conocedor de la Serie A, y que se ha medido a Luis Alberto cuando estaba dirigiendo el banquillo del Milan y del Nápoles. Al Valencia, el centrocampista le aportaría la experiencia que le falta en la medular, pero los números… mandan.
La última novedad, según apunta ‘Relevo’, es la insistencia del Valencia, que ha preguntado de nuevo sobre su situación a su agente, Miguel Alfaro, quien ya dijo en el 'Corriere dello Sport' que el jugador tiene los días contados en Italia: "Es respetable que un jugador que forma parte de la historia del club no se sienta cómodo en esta situación. Queremos encontrar la manera de no seguir viviendo una situación incómoda".
Mirando al mercado de fichajes, el Valencia necesita un mediocentro y un extremo, principalmente. Ambas son las zonas más debilitadas, pero las llegadas dependerán del esfuerzo que quiera hacer Peter Lim y lo que esté dispuesto a gastarse en el mercado de fichajes. Las cuentas que presentó en la pasada Junta fueron bastante restrictivas.