Parón demasiado largo para el Valencia CF, que no acaba de arrancar en este inicio de temporada y sigue sumido en los puestos bajos de la tabla. El empate en Butarque el último fin de semana sirvió para sumar el primer punto a domicilio, pero no fue suficiente para las necesidades che.
Un Pipo Baraja que busca soluciones reforzando al equipo atrás, como se pudo ver ante el Leganés probando una línea de cinco en defensa. Una idea a la que el técnico del conjunto valencianista le ha dado continuidad durante el bolo ante la selección de México, donde también probó con Hugo Gillamón como eje de la zaga, amén de darle oportunidades a la cantera.
Soluciones de urgencias para una situación de crisis en la que, de hecho, ya han comenzado a sonar posibles sustitutos, como es que el caso de Quique Sánchez-Flores. El futuro de Baraja está en entredicho, contando tanto con defensores como detractores sobre su continuidad. Mientras que en el club hay quien recuerda que el técnico lleva año y medio salvando al Valencia, otros defienden la idea de que la situación es la que es y que hace falta un cambio más pronto que tarde, siendo lo más sencillo un giro de timón en el banquillo.
Según el periodista Pedro Morata, en el programa de Sin Ataduras de Radio Marca, las cifras de la destitución de Rubén Baraja como técnico del Valencia CF sería especialmente costosa para el conjunto che, percibiendo 3’5 millones de euros por curso y teniendo dos temporadas más por delante firmadas. Es decir, un finiquito de siete millones de euros que, lógicamente, harían que Peter Lim no tomara ninguna decisión a la ligera y le diera algo más de crédito a su entrenador, quien, por otro lado, también se lo ha ganado desde que arribó al banquillo che.
Pese a ello, el fútbol acostumbra a funcionar así y cuando los resultados no acompañan, el primero en caer antes o temprano siempre acaba siendo el entrenador. El propio Baraja se ha referido ya públicamente a su despido: "Cuando te empiezan a hablar mucho es que algo pinta mal. Me siento respaldado 100%. Siempre que empiezan estas cosas hay que llevarlas con la mayor naturalidad posible. Nosotros confiamos en nuestro trabajo"
La próxima jornada, el Valencia de Rubén Baraja recibe en casa a Las Palmas, último clasificado de Primera división y rival directo del conjunto che en su actual lucha. Toda una 'final' en la que Baraja se juega mucho más que los tres puntos. Una derrota podría sentenciar su futuro.