El central turco Cenk Özcakar aseguró este miércoles que el Valencia tiene ocho jornadas por delante para "poner una fresa arriba del pastel" porque, "como en la vida, la gente sólo va a recordar cómo acaba el equipo", que está en séptima plaza y podría volver a Europa cinco años después.
"Quedan ocho jornadas y, como en la vida, la gente va a recordar cómo acabamos. No tenemos prisa, hemos hecho un buen trabajo hasta el momento pero a la vez no hemos hecho nada, por lo que tenemos que acabar bien", resaltó en la radio del Valencia el turco, que se ha apropiado de la titularidad tras la lesión de Mouctar Diakhaby.
Así, resaltó que, "como dice el míster", en referencia a Rubén Baraja, "hay que poner una fresa arriba del pastel" para culminar la campaña y añadió que son conscientes de la importancia de hacer caso a Baraja: "Sabemos que si hacemos caso a lo que nos pide, estamos muy cerca de ganar o de empatar".
"Cuando defendemos juntos, tenemos portería a cero y cuando hay portería a cero, siempre hay posibilidad de ganar, pero cuando encajas uno, tienes que hacer dos y ya es más difícil", señaló el central turco, que a pesar del buen momento del Valencia, dijo que para ganar el próximo lunes ante el Osasuna tienen que "hacer algo más que en Granada", ya que no dieron su "mejor versión".
Por ello, pidió hacer "un poco más contra Osasuna que en Granada", aunque ese encuentro les demostró que fuera de casa también pueden sumar. "Vamos a luchar por ver dónde acabamos. Sumamos ya 44 puntos y cuando empezamos este año sabíamos que teníamos que intentar acabar más alto que el anterior", sostuvo Cenk.
El turco dijo que el partido del Granada "parecía fácil, pero tuvo mucha intensidad" y se alegraron de una victoria que fue "muy importante", pero el vestuario "habla" del partido del lunes, porque saben que a pesar de haber ganado los dos últimos años en El Sadar, va a ser un partido en el que el conjunto navarro "va a estar muy junto", por lo que "nosotros deberemos hacer lo que pide el míster y mantener el nivel de lucha y energía".
Por último, destacó el ambiente del vestuario y dijo que nunca había "visto" uno mejor que el de este año, a pesar de que matizó que fuera del césped son buenas personas "y en el campo hay que ser más cabrones".