La realidad del Valencia ha cambiado en los últimos años. Aún así nadie podía esperar que estuviese tan abajo a estas alturas de campeonato. Tras 29 jornadas solo lleva 27 puntos y está en posiciones de descenso. Esos tres puntos que les separan de las plazas que dan la salvación ahora mismo parecen un mundo para un equipo que solo ha sumado 4 de los últimos 15 puntos. Una situación que tampoco difiere mucho de los 27 de 81 hasta el momento en el campeonato. Ni Gattuso, ni Voro, ni Baraja han conseguido los resultados que tanta paz darían a un equipo que está sufriendo muchísimo.
Gattuso fue el que comenzó la temporada en el banquillo che y con el italiano como técnico consiguieron 20 puntos en 18 jornadas. El equipo tuvo un buen arranque de curso, pero poco a poco se fue diluyendo. La propiedad y el propio exjugador del Milan pusieron fin a la relación contractual que les unía. Después llegó Voro, que como indica Pedro Martín de la Cope en Twitter dirigió tres partidos en los que el Valencia no sumó ni un solo punto. Esta vez no ha podido ser el salvador al que siempre recurría su club y funcionaba.
Antes de tener que inscribir a Voro (un técnico interino solo puede dirigir en tres partidos de liga), el Valencia se decantó por Rubén Baraja. Uno de los mejores jugadores de un equipo che de época que disputó hasta dos finales de Champions seguidas. Con ese movimiento buscaban Peter Lim y los suyos un movimiento para acercarse a la afición, siempre tan distante y contraria a la gestión de su club. Pero tampoco con el 'Pipo' en el banquillo se ha producido, por ahora, el tan ansiado cambio. Siete puntos en ocho partidos, y todos ellos en Mestalla, han sido los conquistados bajo el mandato del actual técnico.
El Valencia solo suma 14 puntos de los últimos 63 en liga (21 partidos). Eso habla del mal momento que viven en el equipo y del gran cambio que necesitan para cambiar la situación. Podrían traer un cuarto entrenador, algunos están deseando el regreso de Bordalás, o cambiar la dinámica con un resultado positivo. Hasta la fecha nada de lo que se ha hecho ha funcionado y ni el banquillo del Valencia, ni los jugadores en el campo han conseguido unos resultados que hagan a la afición che no tener que sufrir por el descenso.