La temporada que está viviendo la UD Almería es la más dura que se le recuerda a un equipo en Primera División. Y a perro flaco, todo se le vuelven pulgas. Parecía que con la llegada de Pepe Mel y aquella primera victoria ante Las Palmas (0-1) el conjunto rojiblanco podría, al menos, maquillar la temporada. Pero todo apunta a que no va a ser así. Y lo que es peor, a algunos de sus futbolistas ya se les va a agotando la paciencia sobre el terreno de juego.
Y hoy ante el Villarreal, donde los andaluces han vuelto a sufrir una derrota que ha llegado por culpa de un gol de noruego Sorloth en el 92', Ramazani ha protagonizado un incidente en el túnel de vestuarios una vez finalizado el encuentro que, a buen seguro, le va a costar muy caro tanto al jugador como al propio club almeriense.
Una vez publicada el acta arbitral del partido, se ha conocido que ha tenido un fuerte encontronazo con el colegiado Ortiz Arias. El futbolista del Almería fue expulsado por doble amarilla poco después de salir en la segunda parte tras sustituir al Choco Lozano. Su expulsión resultaría decisiva, porque se produjo en el 87' y el cuadro castellonense firmó el 1-2 cinco minutos más tarde. Y quizás por ello, perdió los nervios al finalizar el encuentro.
Es cierto que Ramazani se contuvo al abandonar el terreno de juego, pero desató su furia una vez que acabó el choque. Y Ortiz Arias ha reflejado en el apartado de otras incidencias del acta lo siguiente: "Una vez finalizado el partido y dentro del túnel de vestuarios, el jugador local número 7, D. Largie Ramazani, se acercó a mí de forma agresiva y con actitud intimidatoria, sin llegar a contactar conmigo físicamente debido a que fue sujetado por cuatro miembros del equipo local aproximadamente. Una vez apartado, se dirigió a mí gritándome en los siguientes términos: '¡Fucking dickhead!", "¡Fucking cunt!", "¡Fucking idiot!' (Puto gilipollas! ¡Puto cabrón! ¡Puto idiota!)".
Ante semejantes hechos, el extremo belga no sólo se perderá un partido por la expulsión sino que probablemente le caigan más de tres encuentros por los insultos a Ortiz Arias. Incluso podría no volver a enfundarse la elástica del Almería en lo que resta de temporada, ya que sólo quedan seis jornadas.
Pepe Mel decidió morderse la lengua y mencionó en rueda de prensa que mañana hablaría con él: "Escuché un día que dijo que yo era su padre, pues a ver si hace caso a su padre y no le tengo que quitar la merienda".