La UD Almería fue la gran decepción de la temporada 2023/2024 que acaba de finalizar. Fue el equipo que menos victorias consiguió (3) en las 38 jornadas libradas. Con 21 puntos descendió a Segunda división ocupando la penúltima posición de la tabla. Por el banquillo del Power Horse Stadium desfilaron hasta tres entrenadores. Comenzó el curso Vicente Moreno, prosiguió Gaizka Garitano y terminó Pepe Mel. El técnico capitalino llegó con el club virtualmente en LaLiga Hypermotion y aún así se hizo cargo de la entidad para las últimas diez fechas del campeonato.
Logró Pepe Mel lavar la imagen del Almería y poner freno a esa sangría defensiva. En diez jornadas consiguió tres triunfos ante Las Palmas, Rayo Vallecano y Cádiz. Además de dos empates (Real Sociedad y RCD Mallorca) para atesorar 11 puntos que no sirvieron de mucho en lo deportivo. En el plano del honor, el combinado andaluz no finalizó la temporada como 'farolillo rojo', que fue a parar al Granada CF.
La salida del ex del Betis, Málaga y Las Palmas, entre otros, ha sido sencilla, Sabía su rol y lo cumplió con creces. El equipo de Turki Al-Sheikh ha apostado por la contratación nuevamente de Rubi para tratar de lograr la meta del ascenso. El recuerdo que deja Mel en la capital almeriense es grato y la opinión pública de la ciudad ya habla de una posible vuelta en un un futuro.
Había que tener mucho valor para sumarse al proyecto en decadencia del Almería en la máxima categoría. Pero Pepe Mel no dudó. Una llamada que él no esperaba. El entrenador acababa de llegar a Sevilla (ciudad en la que reside) después de su fallida etapa en Grecia. Entre finales de diciembre del año pasado y febrero dirigió al OFI Creta sólo 12 encuentros antes de ser destituido. Sin tiempo para recomponerse recibió la llamada del conjunto indálico y allí que se fue.
La imagen que ha dejado en el club ha sido vista con agrado y muchos se preguntan que hubiera pasado si Pepe Mel llevara las llaves de la maquinaria desde el inicio de la temporada. Apunta La Voz de Almería, que el propietario del club no olvida el papel desempeñado por el técnico y contempla su vuelta en un futuro.
Mientras tanto, Pepe Mel mira al verano con ilusión. Su nombre vuelve a estar en el candelero del fútbol nacional, algo difícil ante la alta competencia existente hoy día. Ya sonó con fuerza para algunos banquillos de Segunda división, sin suerte. Pero hay mercado por delante, no sólo en suelo español. Su trayectoria y currículo lo sitúan como uno de los entrenadores con más experiencia en la categoría de plata, donde logró dos ascensos con el Real Betis Balompié en 2011 y 2015. Espera una nueva llamada sabiendo que ha dejado buenos recuerdos en la UD Almería.