Tras salir de la UD Las Palmas por sus diferencias con el técnico, Xavi García Pimienta, Jonathan Viera ha encontrado la felicidad en la UD Almería, donde se siente a gusto pese a la situación clasificatoria del equipo.
“La verdad que estamos muy bien, muy contentos, nos gusta mucho la ciudad tanto a mi familia como a mí. El club también es espectacular, nos han acogido muy bien. Estamos muy contentos y felices con todo en general. Lógicamente, estoy un poquito más triste por la situación del equipo”, ha asegurado el canario en una entrevista en Marca.
Su adiós del conjunto insular llegó con la temporada em marcha, si bien el centrocampista ha reconocido que ya intentó salir en verano. “En pretemporada tuve una oferta para irme a Arabia Saudí y entre todos me convencieron para que me quedara. Yo había visto que mi ciclo ya prácticamente había acabado, no tenía más alicientes para seguir porque lo había conseguido todo”, explicó.
“Pero a mitad de temporada, con el problema que tuvo mi mujer junto al problema que tuve en el equipo, pues estaba claro que el final estaba cerca. Es verdad que el presidente me insistió en que quería arreglarlo porque quería que me retirase allí. Pero yo le dije que si me quedaba iba a ser todo más problemático”, desveló sobre su salida del club de su vida.
Además, Viera ha admitido que no le faltaron ofertas, pero que fue el gran interés del conjunto andaluz, el cual venía de lejos, el que le hizo decantarse por seguir en LaLiga EA Sports. “Me llamaron clubes para ver si yo quería ir, varios intereses, pero nada. Sinceramente, tuvimos tres o cuatro cosas muy fuertes que vinieron ya directamente a por nosotros, sobre todo del extranjero, y estuvimos barajándolas con mi familia, pero al final el Almería me estuvo llamando desde hacía un montón de tiempo. El director deportivo, Joao, me había llamado dos años antes para ver si quería venir y pusieron tanto y tanto interés en mí que al final fue prácticamente imposible no venir. No es ninguna cuestión económica como dice mucha gente, sino de tranquilidad, de interés, de estar feliz”, destacó.
Cuando aterrizó, el canario firmó por lo que restaba de temporada y la siguiente, pero una vez que acabe el curso tocará sentarse a hablar del futuro, aunque el ex internacional español ni mucho menos descarta continuar en Segunda división.
“De aquí a uno, dos o tres años no sé lo que va a pasar. Ahora en verano nos sentaremos a ver qué quiere el club, qué quiero yo y qué es lo mejor para ambas partes. Si las dos partes queremos, vamos a llegar a un acuerdo, sin problema ninguno. Estoy en un momento de mi carrera en el que voy a primar muchísimo el cómo esté mi familia y cómo esté yo y la verdad que estamos muy bien aquí", sentenció, admitiendo al mismo tiempo que siente el cariño de la afición: “La gente conmigo ha tenido muchísima paciencia, cada vez que me ven por la calle me piden que me quede y todo eso la verdad que ayuda muchísimo”.
A sus 34 años, el canario es consciente de que la retirada se acerca y ya ha desvelado que en un futuro le gustaría ser entrenador, sin tener nada claro dónde colgará las botas. “Mi sueño era retirarme en mi casa, con mi gente. Las Palmas y todo el mundo lo sabe. Es verdad que el presi me dijo que a ver si los últimos seis meses volvía para retirarme allí, para mí sería ideal retirarme allí, pero también sé perfectamente lo difícil que es y va a depender mucho de la situación en la que esté el equipo allá y de cómo esté yo mentalmente y físicamente porque siempre he dicho que no querría jugar en ningún lado cuando yo físicamente no le pueda dar al equipo lo que éste necesita y en mi casa muchísimo menos”, sentenció.