El encuentro disputado en Balaídos entre el Celta y el Almería dejó una espeluznante imagen. Poco antes del descanso, Luka Romero recibía una patada en la cabeza de su compañero Marc Pubill, que se lanzó al suelo y no pudo frenar debido a lo resbaladizo que estaba el césped por la lluvia, con la mala suerte de llevarse por delante al argentino, al que le clavó los tacos en el rostro.
Corría el minuto 44 cuando el jugador cedido por el Milan trataba de avanzar, pero perdió el balón y resbaló al intentar recuperarlo. Fue en ese momento cuando Pubill acudió en su ayuda ante la presión de Luca de la Torre, pero la acción acabó de la peor manera posible.
Los propios jugadores mostraban con sus gestos la dureza del momento que estaba viviendo. Enseguida, saltaron las asistencias médicas, que le colocaban un collarín por precaución y lo retiraban del campo en camilla, ante la ovación de Balaídos.
Poco después, en la retransmisión de Movistar LaLiga se informaba de que el jugador rojiblanco se marchó en ambulancia y parece tener un desplazamiento de la mandíbula. El propio Almería emitía un comunicado en el que indicaba que “Luka Romero ha sido trasladado a un centro hospitalario para realizarle una exploración más completa tras el fuerte golpe fortuito que ha sufrido en la cara”.
Del mismo modo, el club andaluz expresaba su deseo de “no sea nada y que el futbolista pueda estar bien pronto”, aunque habrá que estar atentos a su evolución porque podría ser baja para los próximos partidos. De hecho, su entrenador, Gaizka Garitano, admitía tras el encuentro que no hay que descartar que pueda tener la mandíbula rota.
Sin duda, se trata de un serio contratiempo tanto para el joven jugador como para su equipo. No en vano, el atacante de sólo 19 años venía de firmar un doblete contra el Atlético de Madrid y había muchas esperanzas puestas en su fútbol, aunque tras la derrota ante el Celta, las escasas opciones de permanencia parecen haberse esfumado para el Almería.
El elegido para saltar al campo en lugar de Luka Romero, que disputaba su cuarto partido con la elástica rojiblanca desde que aterrizó en el mercado de enero, fue Leo Baptistao, que en la recta final del partido también cayó lesionado al torcerse el tobillo izquierdo. En su caso, no fue sustituido porque Garitano ya había agotado todos los cambios, pero acabó el partido sin apenas poder correr.