Muchos equipos de Segunda División se fijarán en este mercado de verano muy atentamente en la UD Almería. El conjunto rojiblanco acaba de ascender a LaLiga Santander después de siete años de ausencia y ahora quiere dar un salto de calidad a su plantilla acorde al nivel de la nueva categoría. Para ello, será obligatorio aligerar las fichas de aquellos jugadores que no han aportado demasiado a lo largo de la temporada. A pesar del buen desempeño de toda la plantilla en general, habr�� muchos futbolistas que digan adiós a lo largo del verano.
Por eso mismo los clubes de LaLiga Smartbank tienen que estar más que atentos a esos descartes que puedan dejar en el conjunto indálico. Son muchos los jugadores con calidad y con experiencia más que notoria en la categoría y que podrían tener las horas contadas en la UD Almería, como Curro Sánchez o Juan Villar. Eso sí, hay algunos que ya dejaron el día 1 de julio la disciplina indálica: aquellos que terminaron contrato y no prologaron su relación contractual con el equipo almeriense.
Se trataba de tres futbolistas que no aportaron mucho a lo largo de la campaña: Aitor Buñuel, Nelson Monte y Giorgi Makaridze. Precisamente este último ha terminado por encontrar equipo sin salir de las fronteras de nuestro país y continuará un año más en la Península Ibérica, donde reside desde que llegara en el verano de 2014 al Feirense portugués. Desde entonces ha jugado en Moreirense, Rio Ave, Vitória Setúbal y, finalmente, la UD Almería.
Durante el mediodía del lunes la SD Ponferradina ha hecho oficial la contratación de Giorgi Makaridze como agente libre para la próxima temporada. Su principal valedor ha sido, tal y como fue en el conjunto rojiblanco, el entrenador portugués José Gomes, con el que ya coincidió durante su etapa en Almería y también en el Rio Ave FC.
El caso de Makaridze es uno peculiar cuanto menos. Llegó con toda la confianza que le otorgó José Gomes y no tardó en ocupar el puesto de portero titular, si bien el de Matosinhos habituaba a realizar rotaciones de hasta once jugadores de un partido a otro, por lo que el entonces suplente Fernando Martínez también dispuso de una buena cantidad de minutos. Con una buena salida de balón, necesaria en el sistema de Gomes, se adaptó a las mil maravillas a la meta almeriense dejando también buenas paradas en su primera temporada.
Todo empezó a torcerse cuando se marchó precisamente José Gomes del banquillo en la temporada 20/21, con varias jornadas por delante. La confianza de Makaridze disminuyó y empezó a cometer errores inusuales en un portero. Especialmente queda en el recuerdo de la afición su nefasto partido en Cartagena que supuso despedirse del ascenso directo aquella temporada. Una afición que le tuvo siempre en el punto de mira, incluso cuando las cosas iban bien, porque el favorito siempre fue Fernando.
Rubi le daría la razón a esa gran parte del respetable cuando determinó que el murciano sería su guardameta titular. Algunos no lo entendieron hasta que, en la jornada 3, jugó su primer y único partido como titular en LaLiga Smartbank: un auténtico desastre frente al Amorebieta, donde regaló un gol y varias ocasiones manifiestas de gol a los vascos. Desde entonces, apenas jugaría tres partidos de Copa del Rey donde siguió la misma línea de inseguridad bajo los palos.
Ahora ficha por uno de los equipos con los que los almerienses han tenido más rivalidad en los últimos años por los duelos eléctricos que han disputado: la SD Ponferradina. Los bercianos se hacen así con un portero que ya conoce la competición y que cuenta con toda la confianza del entrenador portugués. ¿Será el año del resurgir de Makaridze? A partir del mes de agosto, lo empezaremos a saber.