Cuando fue contratado a mediados de marzo, casi nadie esperaba que Pepe Mel pudiera salvar a la UD Almería. Lo que se buscaba con el tercer cambio de entrenador de la temporada era mejorar la imagen de un equipo condenado al descenso y levantar dentro de lo posible la moral de todos, desde los jugadores hasta la afición, para encarar con otro aire un nuevo proyecto la próxima campaña.
Poco se le puede reprochar en este sentido al técnico madrileño. Más bien al contrario, está cumpliendo con creces con el cometido para el que fue contratado, pese a confirmarse de forma matemática hace dos jornadas que el equipo rojiblanco jugará en Segunda división en la 24/25.
Con los números en la mano, el ex preparador del Betis o el OFI Creta, entre otros, ya es el mejor entrenador que ha tenido el cuadro indálico en esta pobre temporada. Le han bastado seis partidos para sumar los mismos siete puntos que logró su antecesor en el cargo, Gaizka Garitano, en 19 encuentros.
Después de que Vicente Moreno sólo sumara dos empates en las siete primeras jornadas y el interino Alberto Lasarte firmase otra igualada en uno de sus dos encuentros al frente del primer equipo, el técnico vasco fue incapaz de ganar en media Liga (sí lo hizo en Copa del Rey ante el modesto Talavera).
Pero Pepe Mel ha conseguido lo que algunos creían imposible: sumar dos triunfos, ante la UD Las Palmas y Rayo Vallecano, ambos por 0-1, a lo que hay que añadir un meritorio empate a dos en la visita a la Real Sociedad.
Su asignatura pendiente sigue estando el Power Horse Stadium, donde ha sufrido tres derrotas a manos de Osasuna, Villarreal y Getafe, si bien ante el ‘submarino’ ´se mereció mejor suerte. Pero con cuatro partidos aún por delante, su objetivo no es otro que seguir haciendo méritos antes los ojos de los dirigentes del club almeriense.
De hecho, ya hay voces que apuntan a que su continuidad sería lo más sensato, visto lo visto, para intentar devolver al equipo a Primera división. De momento, la decisión no está tomada, pero Mel convence cada vez a más gente, no sólo por sus resultados, sino por su gestión de la plantilla y su trabajo diario. Mientras tanto, también suena la posibilidad de un regreso de Rubi, que a su vez está en la agenda de Osasuna como posible sustituto de Jagoba Arrasate.