Luisma Sánchez3 min lecturaLa Unión Deportiva Almería tiene un reto difícil por delante esta misma semana al visitar el Estadio Benito Villamarín. No cabe duda de que es uno de los grandes estadios de nuestro fútbol y que el Real Betis plantea que sea una olla a presión en cada partido que se juega en Sevilla. Sin embargo, en las últimas visitas de los almerienses al estadio, han salido victoriosos.
El Almería ha pasado varios años vagando por el desierto de la Segunda división, por ello que ahora con su ascenso hace que cada jornada se rememoren algunos buenos momentos durante su etapa en Primera. Este mismo domingo se verá un partido apasionante para ambos conjuntos, que vienen de tener resultados positivos en los últimos partidos que han jugado. El Betis viene de encaminar su pase a la siguiente ronda de la Europa League, mientras que el Almería llega tras hacer un partidazo en casa ante el Rayo Vallecano y conseguir los tres puntos.
Hacía casi ocho años de la última visita en partido oficial entre un Real Betis-Almería. Los rojiblancos han sido verdugos de los verdiblancos. En su último partido en el Villamarín, la UD Almería venció por 3-4 en la temporada 2014-2015. Fue en Copa del Rey, concretamente en dieciseisavos y el equipo al que entrenaba en su día Francisco Rodríguez vencía en el Villamarín y en los dos partidos de la eliminatoria. El Almería se llegó a poner en un 0-4, pero el Betis recortó distancias con los goles de Rubén Castro, Perquis y Jorge Molina. Por la parte de los rojiblancos, los tantos fueron marcados por Mané, Dangda, Quique González y Édgar Méndez.
En la temporada anterior, el equipo indálico también consiguió vencer en el estadio verdiblanco. Esta vez fue en liga y lo hizo con un solitario tanto de Ramón Azeez al inicio del partido, que les valió para sentenciar los tres puntos. El Betis encadenaba una racha de un punto en los últimos cinco partidos y ya se estaba especulando lo que podría pasarle al equipo al final de temporada.
El equipo verdiblanco acabó colista esa temporada con Gabriel Calderón en el banquillo. En la última jornada acabaron derrotados por Osasuna por 2-1, el principal competidor del Almería ese año. Sin embargo, el empate de los rojiblancos en el último partido frente al Athletic Club les bastó para mantenerse en Primera y mandar a los rojillos a la categoría de plata.