La llegada de Pepe Mel al banquillo de la UD Almería ha devuelto la ilusión a la afición rojiblanca. Tras logar al fin la primera victoria de la temporada en su visita a la UD Las Palmas, la permanencia aún es vista como una quimera, pues está a 14 puntos de la salvación con 27 en juego. Pero las sensaciones ya son otras.
El técnico madrileño aceptó el reto de firmar hasta final de temporada para cambiarle el rostro al equipo y revalorizar jugadores de cara a la próxima campaña, aunque nadie esconde que podría continuar más allá de junio y ser quien lidere el nuevo proyecto aun en caso de descenso.
En este sentido, más allá del inquilino del banquillo, se espera una profunda transformación en la plantilla indálica, pues se entiende que muchos jugadores del actual plantel ya no tienen sitio, otros serán vendidos para paliar las consecuencias económicas y algunos más intentarán salir para continuar compitiendo en la máxima categoría.
Además, está el caso de los cedidos, que tendrán que ser evaluados de cara un posible regreso. Uno de ellos, el brasileño Kaiky, que aterrizó en el Power Horse Stadium como una gran apuesta de futuro, al desembolsar 7 millones de euros por su fichaje al Santos en 2022, si bien en año y medio como rojiblanco no logró asentarse y en enero se marchó a préstamo al Albacete.
Tras participar en 8 partidos de Liga y dos de Copa del Rey en el primer tramo de la temporada en la UD Almería, el internacional sub 23 ‘canarinho’, de sólo 20 años, ha jugado ya siete partidos consecutivos como titular en las filas del conjunto manchego, seis de ellos completos, convirtiéndose desde primera hora en un baluarte para Rubén Albés, que curiosamente es uno de los entrenadores que hace tiempo que gusta en el club andaluz.
Incluso, el defensor ha sido galardonado con el premio al mejor jugador del mes de febrero en el conjunto albaceteño, de ahí que los técnicos del club almeriense sigan muy atentos sus evoluciones de cara a su más que probable regreso para la próxima campaña, según apunta La Voz de Almería.
De este modo, se da por hecho que Kaiky, con contrato en vigor hasta 2028, será uno de los refuerzos del cuadro rojiblanco para intentar regresar a Primera división. La idea del club no pasa por vender a un futbolista que llegó a estar en la agenda del FC Barcelona y al que esta experiencia en Segunda división le está sirviendo para crecer.