Juande Pérez3 min lecturaLa UD Almería consumó este pasado lunes su cuarto empate a 0 en los últimos 5 partidos que ha disputado en el Power Horse Stadium. En otras circunstancias, un empate ante todo un Athletic Club que está peleando por entrar en puestos de Champions League hubiese supuesto una alegría para la afición del Almería.
En esta temporada 2023/24 y a las alturas de la competición en las que estamos, todo lo que no sea una victoria sabe a nada en el Almería. El conjunto dirigido por Gaizka Garitano tan solo suma 7 puntos tras 24 jornadas y aún no sabe lo que es ganar en todo el curso. Esto, como es lógico, coloca al Almería como colista de la competición.
El Almería entró este pasado lunes en la historia negativa de Primera División al superar el récord que se repartía con el Sporting de Gijón (23) de superar las 24 jornadas sin ganar ni un solo partido.
El conjunto asturiano llegó a este triste y desolador registro en la campaña 1997/98. Por buscar un aspecto positivo a este récord de dudoso honor, el Almería tiene un punto más que aquel Sporting de Gijón a estas alturas de la temporada. Los asturianos cerraron la 97/98 con 13 puntos y con el descenso a Segunda División.
El registro anteriormente mencionado no es el único que ha sumado el Almería en esta campaña ya que el cuadro indálico también acumula 27 partidos sin saborear la victoria. La última vez que el Almería sumó un triunfo en LaLiga EA Sports fue el 20 de mayo de 2023 cuando venció por 3-0 al Mallorca en el Power Horse Stadium. Este registro es el mismo que el que tiene el Levante que estuvo sin ganar desde abril de 2021 a enero de 2022.
A pesar de estos números nada halagüeños, el Almería no tira la toalla y mientras que las matemáticas no digan lo contrario, los de Garitano se aferran a eso. Además, el Almería ha estado varias veces a punto de llevarse la victoria, como pasó este mismo lunes frente al Athletic Club pero por una cosa u otra al final siempre acaba desaprovechando la ventaja en el marcador (o no lográndola) para empatar o en el peor de los casos, perder.