No bajan las aguas calmas en el Sporting de Gijón. La entidad asturiana sólo ha logrado uno de los últimos nueve puntos en juego y actualmente está fuera de los puestos que dan acceso a disputar el playoff de ascenso, ya que con 56 puntos ocupan actualmente la novena posición de LaLiga Hypermotion. Cuestionado por esta realidad, el entrenador del equipo, Miguel Ángel Ramírez, entiende que pasar por estos momentos de dificultad es algo que ocurre a todos los equipos.
"Hay miedos, bloqueos, inseguridades... Todos las tenemos. A veces olvidamos que los que juegan son seres humanos. Lo que tenemos en la cabeza es muy poderoso y nos puede bloquear las piernas. Es algo ante lo que es muy difícil luchar. Es algo por lo que pasamos todos los equipos, sean Espanyol o Sporting", comenta en relación al último partido de los del Molinón, quienes cerraron su visita a la entidad perica con un 0-0.
Aunque restan sólo cuatro jornadas y el Sporting puede conseguir su objetivo –está a solo dos puntos del sexto y del quinto clasificado–, el ambiente que se vive con la afición no termina de ser del todo agradable; tanto es así que Ramírez admite que hay un problema con ella al estilo de un matrimonio
"Hay enfado y desacuerdo, como en una familia. No rompamos esto. No hay una ruptura con la afición. Para todo hay capacidad de reconstruir. El ambiente de El Molinón va a depender de nosotros, de qué transmitimos y cómo nos ven. Desde el minuto uno. Tenemos que generar nosotros esa ilusión, está en nuestras manos. Sabiendo que se viven ahora momentos complicados porque es ahora cuando nos jugamos todo", explica.
Lo que tiene claro Ramírez a estas alturas es que la batalla no está ni mucho menos perdida. Quedan doce puntos en disputa y la diferencia es tan exigua como los dos puntos que les separan de Real Oviedo (su eterno rival), Racing de Santander y Elche CF.
"Nos veo con todas las opciones. Tenemos partidos contra rivales directos y si ganamos nosotros ellos no suman. La gente va a tropezar porque también se encuentran entre ellos. Si hacemos nuestro trabajo y ganamos vamos a merecer ese premio".
Cuestionado por sus planteamientos tácticos, y sobre todo por la decisión de utilizar a Róber Pier en la zona ancha del terreno de juego, Ramírez subraya que muchos de los que opinan no tienen ni idea de lo que dicen.
"El que no entienda por qué Róber Pier juega de mediocentro no tiene ni idea de esto y no lo ha visto nunca. De los mejores rendimientos de Pier en el Levante fue como mediocentro y cuando lo contratamos lo hacemos sabiendo que puede jugar en ambas posiciones. Si no lo hizo antes es porque lmediocentros teníamos de sobra y con un buen rendimiento. Ahora con escasez ahí y con buen rendimiento en los centrales, decidimos el cambio. Aquí no se experimenta, aquí se analiza qué es lo mejor para el equipo para poder ser más competitivos", sentencia.