El futuro de Roque Mesa en el Sporting de Gijón está en juego. Y nunca mejor dicho, porque la continuidad del exsevillista en El Molinón depende exclusivamente de los minutos que dispute con la camiseta del equipo asturiano hasta la conclusión del curso en Segunda.En este sentido, el canario arribó al club gijonés el 5 de septiembre, una vez cerrado el mercado, y firmó por una temporada más otra opcional en función de su participación como rojiblanco. Y es que su contrato incluye una cláusula según la cual amplía su vinculación de forma automática por un curso más si suma como mínimo la mitad de los minutos que se disputan en total durante el curso, con un valor de 90 cada partido. Es decir, que, teniendo en cuenta que el global es de 3.420 minutos en total, el medio tendría que estar sobre el césped 1.710.Llegados al ecuador de la competición, Roque Mesa ha disputado hasta el momento 788 minutos, lo que queda lejos todavía de lo que debería llevar a estas alturas, si bien cabe destacar que, al aterrizar en septiembre, se perdió las primeras cinco jornadas, lo que, obviamente, ha lastrado sus números, y le obliga a apretar en la segunda fase del campeonato para no depender de la decisión de la dirección deportiva y asegurarse su continuidad en el Sporting de Gijón.
Un objetivo que no parece imposible, pero que se ha complicado a tenor de cómo ha descendido el protagonismo del centrocampista en los últimos partidos a las órdenes de Miguel Ángel Ramírez, tanto en cuanto tan solo ha disputado 18 minutos en las tres jornadas previas al parón navideño. Contra el Levante, firmó solo un minuto y contra el Leganés 17, mientras que en la última cita, ante el Eibar, ni siquiera saltó al terreno de juego.Hasta la visita de los granotas, Mesa había sido titular en todos los partidos a partir de la jornada 8 a excepción de dos y no se había perdido ni un choque una vez que se encontraba disponible tras su tardía incorporación. Sin embargo, este retroceso en su continuidad pone en peligro su objetivo de disputar la mitad de los minutos y más aún si no consigue revertir la situación actual y hacerse de nuevo con los mandos en el centro del campo asturiano.Cabe recordar que Roque Mesa aterrizó en El Molinón a sus 34 años con la carta de libertad tras acabar su vinculación con el Valladolid.