Tras cuatro derrotas seguidas, el Sevilla FC ha tomado la decisión de destituir a García Pimienta y apostar por Joaquín Caparrós para las siete últimas jornadas de LaLiga. Pero lo cierto es que en el último encuentro en el Sánchez-Pizjuán ante el Atlético de Madrid, nadie miró al banquillo y, en cambio, la grada sí pidió la marcha de Víctor Orta, junto a la de Del Nido Carrasco. Pese a ello, el presidente ya dejado claro que no se le pasa por la cabeza cesar al director deportivo, que también ha aclaro que no piensa dimitir, reconociendo errores pero sacando al mismo tiempo pecho para destacar aciertos.
"Solo me planteo trabajar, seguir los límites económicos, seguir trabajando en un modelo de captación, en seguir ayudando a los entrenadores a conseguir resultados, en seguir ayudando a la cantera cuando me lo requieren, solo me centro en trabajar e intentar mejorar. Me obsesiona ganar, estoy en el fútbol para ganar, la derrota te mata, te destroza. Soy un ganador, quiero ganar y llegar a esos resultados. Estoy trabajando con unos objetivos que me manejó el club. El entrenador ha destacado el nivel de la plantilla, como hizo García Pimienta. Hemos tenido problemas con las lesiones, muy mala suerte. Uno de los objetivos que me pusieron era rejuvenecer la plantilla y reducir el coste económico, además de mejorar los resultados de la campaña pasada", afirmó el madrileño, que dejó claro que no hay un solo modelo para alcanzar el éxito.
"Soy de la ideología de ganar. Creo que hay muchos caminos, lo importante es ganar. Joaquín tenía un conocimiento milimétrico de la plantilla, hemos hablado mucho durante la temporada. Su experiencia y su capacidad, sus sentimientos, van a hacernos ganar. Nos van a hacer ganar ante el Alavés. Iba a ser todo muy rápido para siete partidos. Yo soy de la ideología de ganar, se puede ganar de muchas maneras", insistió, sin querer menospreciar el trabajo de García Pimienta, si bien recordó que "pocos sobreviven en el Sevilla a cuatro derrotas consecutivas".
En cuanto al balance de su trabajo, no escondió que ha habido fallos, sobre todo en la búsqueda del gol. "Hemos cometido errores en la delantera, donde uno por mala suerte y el otro por bajo rendimiento, no han rendido. Es un error que he cometido, gravísimo. También quiere comentar que los dos primeros delanteros se trajeron para tener un papel más secundario. Pero esta temporada sí, pues Kelechi fue un error y lo de Akor un infortunio. Nunca se había lesionado y estamos trabajando para saber por qué ha ocurrido, ya que es un jugador en el que tenemos mucha confianza", explicó.
Pero al margen de ello, el responsable de la planificación sevillista recordó que también ha acertado en otros casos. "Hemos intentado construir con algún acierto. A mí se me encomendó rejuvenecer una plantilla, lo conseguí; se me recetó reducir el presupuesto y lo vamos a seguir trabajando el año que viene, y por muchos momentos hemos estado cerca de los diez primeros. Trabajamos de cara a verano con la misma ilusión. Con carencias, porque sabemos cuál es la situación económica, pero seguimos trabajando. Vemos mucho fútbol, muchos jugadores. El fichaje de Rubén Vargas no ha sido caro para lo que es el mercado y tenemos que trabajar en ese modelo de jugadores, que puedan rendir a bajo coste. Nos sentimos capacitados para lograrlo. Dentro de la globalidad, hay que reconocer errores que he cometido, pero también he seguido las líneas marcadas por el consejo. Esta plantilla no ha tocado techo, hay jugadores que están progresando, hemos recibido ofertas de alrededor 80 millones de euros en enero, hay futbolistas que están creciendo y Caparrós me lo ha señalado, él mismo lo ve. Eso me hace creer que podemos acabar la temporada mejor de lo que estamos ahora", sentenció.