Hace un tiempo que Víctor Orta trabaja ya en la planificación de la próxima temporada consciente de las limitaciones económicas que, más allá del crédito de los 108 millones solicitado por el club, minimizará considerablemente su margen de acción y le obligará, sobre todo, a recurrir a agentes libres o futbolistas jóvenes más desconocidos.
Además, esta estrechez financiera complica sobremanera que la dirección deportiva cumpla uno de sus grandes deseos y frentes pendientes para verano, que no es otro que lograr retener a Boubakary Soumaré para la próxima temporada. Cabe recordar que el Sevilla alcanzó un acuerdo con el Leicester en el mercado estival para la cesión del galo hasta final de campaña y que se reservó una opción de compra de 15 millones.
Una cifra que, a día de hoy, no está al alcance de las cuentas nervionenses, por lo que la única vía sería poder negociar una rebaja con el Leicester City. Una posibilidad que hasta hace poco se antojaba completamente inviable tanto en cuanto el equipo inglés comandaba la clasificación en la Championship inglesa e iba camino del ascenso sin ningún problema.
Subir a la Premier le daba una posición de fuerza al Leicester con Soumaré, sin descartar, además, que se lo quisiera quedar para la plantilla, y en ningún caso accedería a sentarse a negociar con los nervionenses. En cambio, en las últimas semanas se ha abierto un hilo de esperanza para el club de Eduardo Dato en su afán por mantener en Nervión al galo.
Y es que el conjunto entrenado por el exsevillista Enzo Maresca ha entrado en pánico cuando tenía encarrilado el objetivo y desde mediados de febrero solo ha sumado cuatro puntos de 18 posibles, con un triunfo ante el Sunderland, un empate y cuatro derrotas, la última el pasado viernes ante el decimotercero, el Bristol City, por 1-0.
Esta pésima racha ha dinamitado su ventaja e, incluso, lo ha sacado de los puestos de ascenso directo a favor del Ipswich Town, ahora líder, y del Leeds United, segundo y con un punto de ventaja sobre el Leicester, que, eso sí, tiene pendiente el partido aplazado contra el Southampton. Ahora mismo es tercero y disputaría el 'play off', lo que disminuye las opciones de ascender de un equipo en crisis.
No ascender no significaría que regalara a Soumaré, pero sí que hubiera mayor predisposición para alcanzar un acuerdo, entre otras cosas, porque el futbolista no querría militar en la segunda categoría y podría ejercer presión a favor de Sevilla. Eso sí, la operación continuaría siendo complicada, tanto en cuanto Soumaré accedió a rebajarse su ficha un 40% para recalar en el Sánchez-Pizjuán, pero en verano se daría una nueva situación y estaría por ver si de nuevo estaría dispuesto a hacerlo, pues su salario en el Leicester City, de 4,8 millones netos, es inasumible para los hispalenses. Al menos, se ha abierto una pequeña ventana a la esperanza.