La derrota por 2-1 contra el Sporting CP en el amistoso de ayer dejó en evidencia la imperiosa necesidad del Sevilla de reforzar de manera vehemente la defensa tras la salida de Sergio Ramos y más si la intención es jugar con la línea adelantada, como intentó García Pimienta en dicho encuentro con un resultado dramático.
Ahora mismo, el técnico sevillista cuenta con Kike Salas, superado anoche, Badé, Nianzou y Marcao, en principio un descarte al que se vio obligado a recurrir en la prueba en tierras lusas, si bien la realidad apunta que precisa apuntalar la zona con un central de garantías e, incluso, dos. Parta ello, Víctor Orta maneja diversos nombres como futuribles y en los días atrás ha ganado fuerza el del esloveno Vanja Drkusic, que milita en el Sochi ruso y por el que ya se han establecido conversaciones para su incorporación, o el de Arouna Sangante, del Le Havre.
También irrumpió con fuera la posibilidad de Sebastián Cáceres, defensa uruguayo del América mexicano, pero el propio director deportivo habría desmentido públicamente que haya habido movimientos por charrúa. Evidentemente, Orta baraja más posibilidades y una de ellas resulta tremendamente ambiciosa a la par que complicada, aunque después del 'milagro' de Saúl Ñíguez, la puerta queda abierta a sorpresas en forma de cesión.
Así, como recogió ESTADIO días atrás, el Sevilla se encuentra pendiente del futuro de Clément Lenglet de cara a un complejo regreso al Ramón Sánchez-Pizjuán después de que militara en Nervión un año y medio entre 2017 y 2018 con un magnífico rendimiento que le permitió al Sevilla ingresar 30 millones con su ventaja al Barça.
El galo nunca logró brillar en el Camp Nou y, tras dos cesiones a Tottenham y al Aston Villa el curso pasado, saldrá de nuevo este verano, ya sea a préstamo o con una rescisión de contrato -lo tiene en vigor hasta 2026-.
Dentro de este contexto, el Sevilla se habría posicionado para recuperar al galo por medio de una cesión, si bien solo sería posible si Lenglet pusiera mucho de su parte por la altísima retribución del central que, además, según apunta Mundo Deportivo, esta campaña percibirá 16 millones brutos debido a que su salario fue diferido durante la pandemia. Obviamente, el Sevilla solo podría hacerse cargo de un porcentaje muy bajo del salario, lo que obligaría al Barça a asumir la mayoría a menos que el futbolista hiciera un esfuerzo económico, la espeanza sevillista dentro de un desafío mayúsculo.
Y el problema es que no le faltan destinos, pues más allá de las opciones de Arabia que ha rechazado, pues a sus 29 años desea mantener en las grandes ligas, en Italia informan ahora del interés del Milan por su cesión, asumiendo parte de su sueldo, mientras que el Besiktas estaría dispuesto a pagar la mayoría de su ficha. Competencia que eleva la ya gran dificultad de traer de nuevo a Lenglet.