Nada le sale bien. Mientras más alto es el órdago que grita, peor es la jugada que marcan sus cartas. José María del Nido Benavente lleva mucho tiempo intentando volver a la presidencia del Sevilla FC que tuvo que dejar para entrar en la cárcel. Tras pagar su deuda con la justicia, inició una labor de oposición que se topó con una era de títulos durante el mandato de José Castro, actual vicepresidente de su hijo José María del Nido Carrasco en un contexto muchísimo más dramático en todos los estamentos de la entidad. Sin embargo, aunque la masa social clama contra la actual directiva y no para de reclamar dimisiones en cadena, el camino tampoco se le despeja al abogado hispalense. De cara a la galería, el nuevo calendario habla de un nuevo intento de recuperar el poder para el mes de marzo. La realidad, según las informaciones que circulan, es que en las últimas horas ha intentado colocar a un presidente neutral y tampoco le ha salido bien el movimiento, pues la persona tanteada le ha dado calabazas.
Del Nido Benavente choca una y otra vez contra el muro de los pactos que él mismo firmó en su día creyendo que era lo mejor para defender su patrimonio y todas sus maniobras para quitar esos nudos que le maniatan han sido paralizadas de manera contumaz por los tribunales. Justo antes de la Junta General Ordinaria de Accionistas del pasado viernes realizó un movimiento novedoso que hacía presagiar que iba a moverse hacia la tan reclamada 'Tercera Vía'... pero sólo 24 horas después juntó a 40 empresarios para anunciar con más vehemencia que nunca su inminente asalto al poder. La decepción fue aún mayor: el Mercantil no sólo tumbó por sexta vez su solicitud de medidas cautelares para poder votar en contra del actual consejo, sino que además rechazó la petición de que la junta fuese dirigida por un presidente neutral.
Por si fuera poco, en el cónclave perdió 12.000 acciones de 'los americanos' que se alinearon con él en las últimas convocatorias y que en esta ocasión estuvieron representadas por el abogado Juan de Dios Crespo, que se movió hacia la abstención. Según la noticia que avanzaba este pasado lunes el programa 'Libre y Directo' de la Cadena Ser y que confirman diversas fuentes, la reacción de Del Nido Benavente nada más conocer que la JGA del 10-E iba a deparar un nuevo varapalo en sus intenciones fue la de contactar 'in extremis' con la familia Carrión para ofrecerles que Fernando Carrión asumiese la presidencia con el apoyo de sus acciones.
El argumento se basaba en dos aspectos: uno, que los Carrión no están en el 'pacto de no agresión' entre los grandes tenientes sevillistas (siempre han mantenido que nadie contó con ellos), y dos, que era una figura capaz de reunir el consenso que reclama un sector mayoritario del sevillismo, totalmente partidario de acabar lo antes posible con la actual gestión pero también receloso del regreso de un expresidente que en su día manchó el escudo y que no acaba de convencer a mucha gente a pesar de que el contexto está muy a favor de cualquiera con capacidad de desalojar a una directiva que sigue haciendo equilibrismo en el fino alambre de la crisis económica, deportiva, institucional y social.
La respuesta, en cambio, fue un 'No' tajante del actual vicepresidente segundo y consejero delegado del Sevilla FC. Otro no más. La única solución factible para el desbloqueo del club es que surja una alternativa real a los Del Nido, sénior y júnior, pero que al mismo tiempo necesitará el apoyo de los máximos accionistas. Hay voces que se van posicionando y los rumores en este sentido nunca van a faltar. No obstante, a día de hoy la única realidad palpable para contarle al hastiado aficionado es que nadie se atreve a dar ese paso, por mucho que el principal opositor incluso se abra ahora públicamente a vender para no ser un obstáculo a la hora de derrocar al consejo. Nadie se arriesga a atravesar ese círculo en llamas.