El Sevilla FC busca dar salida en este mercado a un buen número de descartes que no entran en los planes del club para su nuevo proyecto. Pero no todos ellos se encuentran en la misma situación. Jugadores con Joan Jordán o Januzaj parecen dispuestos a hacer valer sus jugosos contratos y no pondrán facilidades para buscar un nuevo destino, mientras que Rafa Mir sí desea salir en busca de minutos (no juega desde enero) y está dispuesto a realizar un esfuerzo para ello.
Como ha venido informando ESTADIO Deportivo, las negociaciones entre el ariete y el Valencia han avanzando en los últimos días, con el objetivo de llegar a un acuerdo antes de trasladar una oferta formar al club de Nervión, que ya rechazó el pasado mes de enero hacerse cargo de parte de su ficha, frustrándose la operación a ultima hora ante la negativa del jugador a marcharse a otro equipo no fuese el che.
En este sentido, Rafa Mir ya conoce el tope al que puede llegar el conjunto valencianista. Aunque en Mestalla se frotan las manos ante un traspaso millonario de Giorgi Mamardashvili, el presupuesto existente para firmar al delantero no se saldrá de los parámetros marcados por Petrer Lim. Según el diario As, el club ce la capital del Turia tiene como límite para la contratación de un delantero dos millones de euros brutos, los mismos que le costó la pasada campaña la cesión del ucraniano Roman Yaremchuk, que ha regresado al Brujas.
Con esas cifras, el futbolista murciano ya sabe que deberá rebajarse su sueldo si desea regresar al conjunto en el que se formó. Mientras tanto, el Valencia tampoco está dispuesto a pagar un traspaso, abogando por una cesión en la que se incluiría una opción de compra a final de temporada de entre 4 y 5 millones de euros.
De alcanzarse el acuerdo entre el club che y el jugador, le tocará mover ficha a un Sevilla FC que ve cómo resulta casi imposible ahorrarse la amortización de fichaje que costó 16 millones de euros, con lo que la misma asciende a 2,5 kilos aproximadamente por año, al firmar hace tres veranos un largo contrato por seis temporadas (hasta 2027). Ahí está en realidad la gran barrera para la salida de un futbolista que no ha cumplido ni de lejos con las expectativas que genero su llegada procedente del Wolverhamton, aunque venía de estar cedido en el Huesca.