El gol de la victoria fue de Lamela, pero nada habría podido llegar sin el golazo de Suso. El gaditano no dudó en ningún momento, ni siquiera después de estar diez días lesionado o de tirar muy desviado la primera que tuvo. Su segundo disparo lo clavó en la escuadra del portero juventino Szczesny.
Aunque entró mediada la segunda mitad, luego, incluso, fue sustituido en la prórroga cuando el equipo se quedó con uno menos por la expulsión de Acuña. Había jugado más de 60 minutos, más de lo que en un principio tenía pensado.
"Esta noche podemos dormir todos tranquilos. Es para disfrutar... por el año que llevamos. Ahora ya sabemos lo que es el Sevilla en las finales", señalaba el gaditano, a quien le sabía mejor el pase a la final de Budapest por todo lo sufrido a lo largo de los últimos meses. "Hemos pasado un año muy difícil. La gente se merecía este premio. También nosotros, que lo hemos pasado muy mal. Nos hemos visto en un momento complicado y lo hemos superado. Por eso, este momento es para disfrutarlo y la final es también para disfrutarla", añadía.
Sobre el partido en sí, tiene claro de que fue muy igualado, pero el ambiente decantó la balanza. "Ha sido un partido muy bonito. Preveíamos una atmósfera como contra el United. Hoy el partido era más duro por la manera de jugar de ellos. Se defendían y tácticamente eran muy buenos. Pero, hoy, el equipo ha estado muy bien, se ha defendido muy bien. Ellos han esperado y cuando salían, lo hacían muy rápido. Son un equipo peligroso, pero es para estar contentos y disfrutar de este momento. Tenemos que seguir así", afirma el jugador gaditano.
Si Suso estaba contento con su segunda final, volverá a jugar una como sevillista nueve años después de la de 2014 en Turín. El capitán sevillista estaba contento, aunque era consciente de que había ganado el que más se lo había merecido.
"Se ha clasificado el mejor equipo para la final. Ha sido una gran noche para todo el que le gusta el fútbol. Mostramos lo que significa esta competición para nosotros. El cariño que le tenemos a esta competición no hace falta decirlo de nuevo", indica el internacional croata.
"Los que entraron a ver este partido sin ser sevillistas se habrán hecho sevillistas. Lo hemos hecho una noche más y ojalá podamos conseguir una Copa más", afirma Rakitic, quien no oculta la importancia que, para ellos, tiene la Europa League. "Çuando se dice que esta competición nadie la quiere más que nosotros, no es porque un listo se lo ha inventado, es porque los quince últimos años se ha creado un vínculo especial con este club. El que viene de fuera y ve un partido, quiere venir otra vez, es una pasada", resumía.
El jugador croata mostraba una tranquilidad impropia para lo logrado. "A veces no hay que explicarlo, sino disfrutarlo, trabajarlo y tirar para adelante. En el fútbol, lo bonito que hay es que en estas situaciones puedes sacar una temporada hacia adelante. Muchas veces da pena de que queden pocas semanas, quieres un poco más... Con el sevillismo, el fútbol es una locura, cada dos o tres dídas pasan cosas... Por eso el fútbol es así", añadíe antes de defender el trabajo de Mendilibar y pedir, entre bromas, que "lo dejen en paz".
"Lo que parece sencillo en el fútbol puede ser muy difícil. Lo que ha conseguido a su manera es darle alegría al vestuario. Ha llegado con mucha energía y ganas. Esa facilidad de llegar a los jugadores y a la gente en el club es su cualidad. El míster lo ha hecho posible, creemos en él. Dejadle en paz que disfrute y que siga adelante; y ojalá podamos celebrarlo con otro título más", indicaba.