Aitor Torvisco6 min lecturaMonchi se ha despedido este viernes del Sevilla FC, pero no se ha querido ir sin insistir en que no hay lucro alguno en su cambio de aires para fichar por el Aston Villa. El de San Fernando ha explicado que no quería salir, pero que su salida obedece exclusivamente a la intención de los dirigentes de "modificar el modelo" de dirección deportivo con "otra idea que ojalá funcione mejor", pero que la suya es la de ser "referente" en todo, "en la gestión del día a día", faceta en la que es "bueno", no tanto "en firmar jugadores", para lo que se apoya más en su equipo de trabajo. "Sentía que no iba a ser tan útil como necesito ser", recalcó, desvelando todos los detalles económicos de su salida y su sueldo en Birmingham.
"Un bilardista como yo piensa que los éxitos están en los pequeños detalles. Si el club considera que hay que cambiar algunas cosas, lo que es legítimo, es mejor no seguir. Necesito unas armas que no iba a tener. Para lo bueno y para lo malo, soy Monchi. Si no fuera como soy al cien por cien, mejor no estar. Lo fácil era ser la mitad de Monchi cobrando como Monchi entero, pero no era lo justo", afirmó en rueda de prensa, añadiendo que sabe que "ni en el Aston Villa ni en ningún otro club del mundo" va a tener "tanta autonomía" como en el Sevilla FC, al que deja "en buenas manos con Víctor Orta".
En su larga comparecencia de despedida, el exportero gaditano recordó que "en 2019", cuando regresó tras dos años en el Roma, "era la persona más feliz del mundo" pese a llegar rechazando ofertas mejores. "Tenía un preacuerdo por el Arsenal para ganar tres veces más pero venía a casa", convencido de que sería el último destino laboral. Una vez decidida su desvinculación, su "idea primera era ir a San Fernando para descansar cinco o seis meses, vivir un poquito sin la presión del domingo". "Pero una vez que las condiciones para irme a mi casa eran las mismas que si me iba a otro club y como no he ganado tanto dinero en mi carrera, apareció el proyecto del Aston Villa y me convenció", explicó, insistiendo una y otra vez en que no le mueve el dinero.
"Me voy al Aston Villa porque es un proyecto en crecimiento, en el que puede ser imporante para arrebatarle alguna plaza a los de arriba en la Premier League y porque allí hay una persona (Unai Emery) con la que ha trabajado cuatro años en este club y me ha animado. Contento y agradecido", señaló, dándole un papel clave al técnico con el que el Sevilla FC ganó tres años seguidos la Europa League y que estuvo muy rápido para llamarle nada más conocer por la prensa que su exjefe pensaba irse de Nervión. El vasco ya resultó clave en el fichaje invernal del bético Álex Moreno, según explicó luego, porque era consciente de que los verdiblancos "necesitaban vender". No le quita ojo a LaLiga y le está saliendo a las mil maravillas.
Eso sí, Monchi quiso hacer especial hincapié en que ni ha pagado la cláusula de rescisión (3,1 millones de euros) ni va a ganar seis millones de euros al año en el Aston Villa, como publicaron diversas informaciones. No se acercará ni a esa cantidad en bruto. En ingresos netos, su sueldo estará en la misma línea de lo que cobraba en el Sevilla FC (unos tres millones de euros), lo que unido al largo viaje que tendrá que recorrer cada vez que quiera ir a San Fernando a ver a su madre, considera que demuestran que no hay motivo económico en su salida: "Voy a cobrar lo mismo que aquí. Además, en Sevilla tengo mi casa, a San Fernando voy en coche y gasto 20 euros de gasolina en ir y venir, ahora ya no puedo ir en coche, ni tengo casa en Birmingham, así que haciendo números... No me voy por dinero. Tengo otros valores más importantes del dinero".
"No me iría del Sevilla FC pagando la cláusula. El Sevilla FC ha llegado a un acuerdo con el Aston Villa y yo he rescindido con el Sevilla FC. El Aston Villa ha pagado más que la cláusula. Todo lo que ha pagado el Aston Villa lo he dejado de ganar yo, pero ya he dicho que no me voy por un tema de dinero. Es por un tema más personal que económico", apostilló, desvelando que ya en febrero tenía decidido que quería marcharse, aunque la creciente ilusión despertada por la Europa League le hizo esperar para intentar convencerse a sí mismo. La cabeza acabó ganando al corazón y el bolsillo se queda como está.
