La situación económica del Sevilla limita considerablemente el margen de acción en el mercado de fichajes, tanto por la ausencia de cash para hacer frente a desembolsos relevantes como por la obligación de reducir drásticamente la masa salarial para cumplir la regla 1:1.
Y es que LaLiga, debido a los gastos y a los ingresos previstos teniendo en cuenta que no participará en competición europea y que fue eliminado antes de tiempo en la pasada campaña, ha bajado sensiblemente el límite salarial del Sevilla para este ejercicio, hasta el punto de que ha pasado de 168 millones a 75. Una disminución de 93 millones que fuerza a la planta noble a un notable reajuste en este apartado, pues se estima que la reducción real alcanza los 60-65 millones, una auténtica barbaridad.
Por ello, Víctor Orta puso en marcha un plan para renovar la plantilla de cara a librarse de las fichas más altas, lo que ha supuesto la salida de Rakitic, Fernando Reges, Erik Lamela o Óliver Torres, a los que se podrían sumar más miembros de la 'vieja guardia' como Suso, al que se le busca una salida a pesar de que estaría dispuesto a bajarse su sueldo, uno de los más elevados.
Evidentemente, esta hoja ruta contempla también deshacerse de los salarios altos de Januzaj, Jordán o Marko Dmitrovic, a los que, junto a Rafa Mir, se les ha comunicado que no cuentan de cara a la próxima campaña y que deben buscarse una salida.
El problema reside precisamente en el sueldo, porque la mayoría no pretenden renunciar ni a un euro de lo firmado, y los posibles pretendientes no pueden asumir sus fichas, lo que, posiblemente, demorará sus salidas y lastrará los planes nervionenses de cara a cumplir con los cánones financieros.
El salario máximo que Orta puede ofrecer
Lógicamente, esta reducción salarial también afecta al margen de acción de Orta en el presente mercado, pues en ningún caso puede ofrecer a los objetivos las cifras de veranos atrás, en las que se dispararon los sueldos en Nervión. De hecho, tal y como ha podido saber ESTADIO, el director deportivo ha comunicado a los agentes e intermediarios que el sueldo máximo que se pagará en esta ventana de fichajes será de dos millones de euros brutos, la cantidad que ha percibido Sergio Ramos en este ejercicio. Con el camero se habría hecho una excepción con una pequeña subida, si bien finalmente ha optado por poner fin a su etapa en el Sánchez-Pizjuán, lo que realmente supone un alivio para la directiva sevillista.
Buen reflejo de que el Sevilla ha establecido este límite de dos millones brutos se refleja en el fichaje de Chidure Ejuke, pues ha firmado por tres años tras llegar con la carta de libertad y el coste global de la operación solo asciende a tres millones, contando lo que percibirá durante la totalidad de su contrato. Es decir, que su salario no llega al millón neto por curso. Evidentemente, esta limitación en las fichas convertirá en imposible convencer a algunos de los objetivos más ambiciosos, como, por ejemplo, a Ansu Fati.