Desde Nervión tienen un ojo puesto en todo lo que hacen sus jugadores que se encuentran cedidos en otros clubes. Es el caso de Adnan Januzaj, que el pasado verano abandonó el Sevilla FC para intentar reengancharse al fútbol de elite de la mano de la UD Las Palmas. Tras arribar al conjunto hispalense en el verano de 2022, como una oportunidad de mercado al haber acabado contrato con la Real Sociedad, el belga nunca llegó a responder a las expectativas y ya esa primera campaña la acabó a préstamo en el Istanbul Basaksehir turco, disputando en total sólo 17 partidos con la elástica blanquirroja.
Ninguno de los entrenadores que han pasado por el banquillo del Sánchez Pizjuán en este tiempo, desde Lopetegui a Quique Sánchez Flores, pasando por Sampaoli, Mendilibar y Diego Alonso, confió en un futbolista cuyo nivel distó mucho del ofrecido en el conjunto donostiarra. Pero realmente, lo que le hizo caer en ese ostracismo no fue una cuestión de falta de aptitud, sino de actitud, pues no mostró la implicación necesaria en el trabajo diario y su estado físico nunca fue el mejor (el propio Imanol Alguacil lo criticó por ello en su regreso a San Sebastián).
En su nueva aventura en tierras canarias, sin embargo, Januzaj se ha puesto manos a la obra para intentar revertir esa situación, algo que si logra será también una buena noticia para un Sevilla FC que paga el 60% de su elevada ficha y con el que tiene contrato hasta 2026. Para ello, desde que aterrizó comenzó a trabajar con Salim Attyé, un preparador físico personal, que ha desvelado ahora las condiciones en las que llegó el extremo.
"Llega pasado, tras estar un año y medio sin jugar. Cogimos medidas y planteamos bajar entre ocho y diez kilos de masa grasa para volver a su forma óptima", ha asegurado en declaraciones a Relevo, donde ha explicado cómo reaccionó el jugador al ser consciente de esta cruda realidad: "La primera semana le llamé yo, pero a la siguiente lo hizo él. Yo estaba contento, porque se reencontró con la motivación y eso es lo principal".
Tras sufrir en pretemporada una rotura de fibras, su evolución se vio frenada. Pero en los dos últimos encuentros de LaLiga ya ha tenido minutos saliendo desde el banquillo, por lo que su entrenador personal cree que está muy cerca de su mejor versión. "Ahora hacemos dos meses y ya bajamos casi siete kilos de masa grasa. Falta poco, pero está en forma. Hay que trabajar la fuerza, la agilidad... pero más que nada perder grasa y ganar músculo. Ya ha ganado casi cuatro kilos de masa muscular. En la Real Sociedad estaba fino únicamente, ahora también gana músculo, algo que le puede ayudar a evitar lesiones", explicó.
Pero, además del aspecto físico, el cambio que Januzaj persigue se sustenta en "la preparación mental", como afirma Salim, que también se ha convertido en poco menos que un psicólogo para el extremo. "Hay que estar con él y hablar mucho con él. Necesita que se le escuche todos los días para ver sus sensaciones. Vino con la idea de que el juego sólo es en el campo. Cuando empezamos él y yo, comenzamos con la nutrición y ya vio resultados. Se motivó mucho más y ya después trabajamos cuatro días a la semana en el gimnasio", destacó, detallando de ese modo el camino trazado por un futbolista que a sus 29 años puede estar ante una de sus últimas oportunidades para volver ser importante en la alta competición.