Pese a la evidente mejoría del Sevilla FC, que sólo ha perdido un partido de sus últimos seis, la enfermería sigue fastidiando los planes de Quique Sánchez Flores, que parece haber dado con su esquema y su equipo tipos, pero le cuesta repetir una alineación. De esta forma, si los problemas ante la Real Sociedad se concentraban en la banda izquierda (entró Adrià Pedrosa por el sancionado Lucas Ocampos, ya que Marcos Acuña sigue renqueante) y el 'trivote' de la medular (Hannibal Mejbri suplió al castigado Djibril Sow ante las lesiones de Joan Jordán, Lucien Agoumé y Nemanja Gudelj), ahora las complicaciones se trasladan al costado opuesto. Y es que Jesús Navas se marchaba el pasado sábado con un fuerte esguince en su tobillo izquierdo, por fortuna sin afectación ósea en las primeras exploraciones, aunque no podrá jugar el lunes próximo contra la UD Almería. Su sustituto natural, Juanlu Sánchez, tampoco.
El de Montequinto, que entró frente a los donostiarras por el palaciego, al que tantas veces ha dado relevo o descanso, acabó con molestias musculares, desvelando este martes el club nervionense que, tras practicársele las pruebas oportunas, sufre una elongación en el isquiotibial izquierdo, uniéndose a todos los ya mencionados, a priori descartados frente al conjunto indálico, con ciertas esperanzas de regreso para Dodi Lukébakio y Mariano Díaz, en mayor medida para Marcao Teixeira y Erik Lamela. Con Sow y Ocampos disponibles, como un Loïc Badé que no sufre dolencia alguna felizmente, al preparador madrileño le aparecen varias soluciones. De un lado, el internacional suizo entrará por el tunecino en la parcela ancha, donde podrá reunirle con Boubabaky Soumaré y Óliver Torres, su trío preferido. Y, en el carril derecho de su versátil e híbrido 1-5-3-2, el de Quilmes se antoja la opción más factible.
Con Pedrosa cumpliendo el doble rol de carrilero en fase defensiva y extremo en la ofensiva, el ex del Olympique de Marsella ocupará con bastante probabilidad el puesto que liberan Navas y Juanlu, quedando la alternativa, convincente cuando le ha tocado participar, del almeriense Darío Benavides, que alterna los entrenamientos del Sevilla Atlético con los del primer equipo, siempre bajo la lupa de un Quique que no ha tenido hasta la fecha problema alguno en dar oportunidades a los chavales que se las ganan, manteniéndoles entre los grandes sin reparo alguno. Que se lo digan, por ejemplo, a Isaac Romero y Kike Salas, seguramente sus 'alumnos' predilectos en esta complicada temporada que va enfilando hacia la luz tras un túnel oscuro.