La carrera de Diego Alonso como entrenador ha ido siempre en una clara línea ascendente, subiendo peldaños de dos en dos gracias a una personalidad que genera magnetismo. El presidente del Sevilla FC, José Castro, ha repetido ya en varias ocasiones que el uruguayo es el entrenador que más le ha "impresionado" de todos con los que ha conversado en sus más de tres décadas en la directiva de la entidad nervionense. Quienes conocen al que fuera delantero saben a qué se refiere el utrerano, pues el 'Tornado' resulta impactante en las distancias cortas por la claridad de sus ideas y la convicción con las que las defiende y argumenta. No obstante, no es un mera impresión a primera vista, sino que es una sensación que se confirma luego en el día a día, con su hiperactividad, su carácter pasional y su obsesión por controlar absolutamente todos los detalles.
Para saber un poco más de Diego Alonso y descubrir cuáles son los secretos del flamante técnico del Sevilla FC, ESTADIO Deportivo ha charlado amablemente con Albert Rudé, joven técnico que se abre camino como primer entrenador tras rozar el ascenso en el CD Castellón y que se encuentra sin equipo, pero preparándose a diario para cuando llegue su próxima aventura. El catalán conoce muy bien al uruguayo, pues ha trabajado con él más de cinco años siendo su mano derecha, ganando tres títulos, disputando campeonatos intercontinentales y creciendo a su lado como asistente técnico en Pachuca, Monterrey e Inter de Miami. Desde esa cercanía, admiración y gratitud hacia su jefe y amigo, Rudé comparte varias anécdotas que sirven para definir esa personalidad cautivadora.
"Diego Alonso ha entrenado a Pachuca y Monterrey, que son clubes muy grandes en México, le ha fichado Beckham para su primer año en Inter Miami y ha disputado un Mundial con la selección de Uruguay. Su personalidad está hecha para eso. Va subiendo de nivel en cada reto", contesta Albert Rudé cuando es preguntado por la frase de Castro y su grata impresión. No le sorprende en absoluto. Es más, no sólo genera impacto por su personalidad como técnico. De hecho, para conocer al Diego Alonso entrenador antes hay que conocer al Diego Alonso persona, igual de obsesionado por controlar los detalles que dentro del campo. No deja indiferente a nadie.
"Yo tenía 27 años cuando empiezo con él y, al haber doble torneo, Apertura y Clausura, había veces que no me daba tiempo a venir a casa a ver a la familia. Así, iba a pasar solo las navidades y Diego me llevó a su casa a cenar con su familia porque no quería que me sintiese solo. En Miami nos pilló el Covid, mi madre es sanitaria y lo pilló al principio de todo, cuando estaba muriendo mucha gente y había tanta incertidumbre de lo que iba a pasar. Cada día me preguntaba por ella. Cada día, como un reloj. Cuando entrenábamos (en grupos reducidos, aislados) y cuando no. Con todo lo que él tenía en la cabeza y aún se acordaba de preguntar cómo seguía mi madre. Eso demuestra la personalidad de Diego. Claro que genera un impacto, porque es un tío que sabe relacionarse y que cuida las relaciones".
Diego Alonso y Albert Rudé se conocieron por "casualidades del destino": "Yo trabajaba como asesor táctico individual, con jugadores de más de 12 ligas del mundo, y me invitaron a dar una charla en un congreso que organiza el grupo Pachuca, muy famoso en México, para explicar cómo era mi trabajo. Voy, doy mi ponencia y allí estaba Diego, que era el entrenador de Pachuca. Cuando terminé, me dijo que le había parecido muy interesante y me propuso que fuésemos a comer para charlar más en profundidad. Le gustó mi método, me preguntó si podría hacer eso mismo en un equipo y en diciembre de 2015 me incorporo al cuerpo técnico de Pachuca. Mi cometido era centrarme de forma individual en los jugadores para elevar el rendimiento de cada uno de ellos y hacer que las líneas se coordinasen mejor entre ellas. Estuvimos cinco años trabajando juntos, hasta que en 2021 yo ya me siento primer entrenador y decido intentar abrir mi propio camino y me voy al Alajuense de Costa Rica, por eso ya no estoy con él en la selección de Uruguay".
Preguntado por cómo le podría afectar la presión en el Sevilla FC, ya que llega sin experiencia previa en LaLiga o en Europa, Rudé remarca que está más que acostumbrado a asumir retos mayúsculos: "En Pachuca fue donde cosechamos más éxitos. Sin ir más lejos, en 2017 fuimos bronce en el Mundial de Clubes y nos quedamos muy cerca de poder jugar la final contra el Real Madrid. En México teníamos doble o triple competición: la Concacaf, la Liga MX y la copa. En el estadio de Monterrey entran 55.000 personas. Le llaman 'El Gigante de Acero', eso es increíble como ruge. Allí ganamos la segunda Concacaf. Diego es un entrenador que tiene dos Concacaf (y una liga) y ese es el motivo por el que vamos luego a Inter Miami. Es el primer entrenador que ficha David Beckham, ya que tenían como gran objetivo jugar competición continental -ahora lo han logrado por fin vía League Cup- y se tiran a por Diego de cabeza".
Diego Alonso llegó solo a Sevilla y luego sólo ha incorporado a dos hombres de su confianza, respetando casi todo el cuerpo técnico compuesto por empleados del Sevilla FC. Días después que el uruguayo aterrizaron Gabriel Raimondi, su segundo entrenador, y Guilherme Rodrigues, un experto en fisiólogía que sirve para dar otro detalle de hasta qué punto llega el control de los detalles por parte del nuevo técnico nervionense.
"A Guilherme le conozco de Monterrey. En Pachuca e Inter Miami tuvimos a Gustavo Metral. A Diego le gusta mucho trabajar con fisiólogos, porque el fisiólogo es un experto en sacar rendimiento físico; pero no sólo en trabajo de campo. Me refiero a nutrición, recuperación, análisis de GPS, prevención de lesión, permanente contacto con los médicos... Se encarga de toda la ciencia del deporte para sacar rendimiento físico. Controla detalles hasta el punto de decirle al cocinero cómo debía cocinar la comida. A Diego le obsesiona el control de todos los detalles", explica Albert Rudé.
"Diego no te va a molestar en tu tiempo libre porque respeta tanto a la persona que su manera de ser no lo permite, pero tú entras por la puerta por la mañana y ya es a tope desde el minuto uno", añade, al tiempo que insiste en que con los jugadores es exactamente igual. Siempre está encima de todo y no negocia la concentración: "Una de sus frases es 'Si quieres protestar, hazlo, pero mientras corres'. No dejes de correr".