El Sevilla FC suma tres ejercicios seguidos ofreciendo pérdidas económicas a pesar del enorme parche que supuso la conquista de la Séptima Europa League el pasado 1 de junio. El club nervionense se embolsó la cifra récord de 85,4 millones de euros gracias a su participación en la Fase de Grupos de la Champions League y su posterior camino hacia el título en su competición fetiche. A aquel logro en Budapest se le deben computar también el pellizco reportado por disputar la Supercopa de Europa y también el dinero que ha reportado su participación en la Fase de Grupos de la máxima competición continental en esta 23/24. Pese a ello, el agujero económico derivado de volver a caer a las primeras de cambio y de quedarse fuera de Europa en diciembre asciende a los 60 millones de euros, pues estaban proyectados unos beneficios por ingresos deportivos de 80 millones y, a falta del 'market pool', la cifra embolsada ni siquiera llega a los 20 kilos, obligando al club a ponerse en manos de un prestamista extranjero que concederá créditos por un total de 107 millones de euros a cambio, eso sí, de unas exigentes condiciones que el club nervionense tiene muy difícil poder cumplir. Sorprendentemente, el K.O. europeo no estaba previsto (a nivel contable) cuando se firmaron los documentos hace apenas unos días.
El Sevilla FC ha terminado su periplo europeo este curso sin ser capaz de ganar ni un solo partido. Cayó en el Supercopa ante el Manchester City en los penaltis y empató, aún con Mendilibar, sus dos primeros partidos en el Grupo B de la Champions. Los cuatro siguientes, ya con Diego Alonso, acabaron con pleno de derrotas y el equipo ha acabado colista, siendo el segundo peor equipo de la competición e ingresando apenas 17,5 millones de euros. Nada, al lado de los 33,4 millones del Arsenal FC, los 33,6 del PSV Eindhoven o los 23,1 del RC Lens. Las comparaciones también son odiosas con los otros cuatro equipos españoles: 42 kilos se ha embolsado ya el Real Madrid, 38,3 el Atlético, 36,4 la Real Sociedad y 32,7 el FC Barcelona.
En la Junta General Ordinaria de Accionistas celebrada por el Sevilla FC el pasado 4 de diciembre, el vicepresidente José María del Nido Carrasco ya anunció que la entidad recurriría a dos préstamos financieros para hacer frente a su delicado estado de salud económica. No dio muchos más detalles. Estos han llegado este mismo jueves en una exclusiva publicada por el periodista Jesús Alba en Diario de Sevilla en la que informa de que el club está a punto de suscribir dos préstamos por un total de 107 millones de euros, con una línea de préstamo de 85 millones con vencimiento final entre 10 y 12 años y un crédito de otros 22 renovable cada 5 años y con comienzo en noviembre de 2023. Todo ello con un fondo extranjero llamado DBRS Morningstar con sede en Delaware (Estados Unidos) y con exigencias difíciles de asegurar. De hecho, a corto plazo son imposibles.
En su informe crediticio, DBRS Morningstar pronostica que el Sevilla FC estará obligado a clasificarse para los cuartos de final de la Europa League cada temporada mientras dure el préstamo. Este curso ya es imposible y para la 24/25, siendo a día de hoy decimosexto en LaLiga EA Sports, está bastante complicado. De no cumplir estos objetivos, el club nervionense se arriesga a empeorar las condiciones de amortizamiento. "El no mantenimiento de una capacidad competitiva constante para clasificarse para las competiciones de la UEFA podría afectar negativamente en las calificaciones crediticias", se lee en los documentos que aporta el periódico sevillano.
"Asimismo, el acuerdo con Morningstar establece que la garantía de la línea de crédito serán todos los ingresos del club y todos los ingresos brutos de los derechos de retransmisión de LaLiga (la traducción indica medios de comunicación), así como la obligación irrevocable incondicional de transferir los ingresos brutos de los medios de comunicación de la UEFA (derechos de retransmisión) a una cuenta bancaria designada", añade la información con sus correspondientes pruebas gráficas.
Todo ello, cabe añadir, se suma a los 127 millones de euros que el Sevilla FC ya ha recibido también del fondo CVC. La situación no puede ser más apretada. Es como el juego del Jenga. La situación está tan tambaleante, que la próxima pieza en moverse puede ser la que haga caer toda la estructura. Del Nido Carrasco y el actual consejo confía en que no y aseguran que no es "una palanca" ni un endeudamiento, sino una especie de salvavidas.
"Es una operación de préstamo que va a garantizar que el club vaya a tener estabilidad en diez años y no vamos a tener que ir a una ampliación de capital". De momento, la primera reacción no se ha hecho esperar: el consejero Enrique de la Cerda Cisneros ha mostrado su sorpresa por estas noticias y ha asegurado que el consejo de administración no ha aprobado ese movimiento y que, es más, ni siquiera ha sido informado.