De héroe a villano, de villano a héroe... Sergio Ramos está acostumbrado a intercambiar aplausos y pitos. Primero, fue jaleado por la afición del Sevilla FC cuando debutó y marcó el que hasta hoy es su último gol como nervionense, con el Real Madrid como víctima. Luego fue mito merengue, ganando númerosos títulos, siendo decisivo con tantos grabados a fuego en la memoria madridista y marcando goles contra el club en el que se formó (siete en 33 partidos), hasta el punto de ser declarado 'Non grato' en el Sánchez-Pizjuán. Ahora, 18 años después de su agitado adiós, ha regresado a su casa y este sábado vivirá un partido muy especial en el que, una vez más, le tocará pasar de héroe a villano.
Sergio Ramos se enfrenta este sábado al Real Madrid después de 19 largas temporadas sin tenerle como rival, 16 de ellas como referente blanco. En esos 16 años le marcó siete tantos al Sevilla FC en 33 partidos oficiales, aunque también se hizo dos autogoles, por lo que incluso siendo del Real Madrid aportaba goles para el Sevilla FC. Justo en su último duelo como nervionense, el camero dejó un zapatazo que se coló como un misil en la portería de Iker Casillas en un 2-2 en el Sánchez-Pizjuán que dejó al que luego sería su equipo sin opciones de conquistar el título liguero y sellaba de manera matemática la presencia del cuadro andaluz en una Copa de la UEFA que al año siguiente acabaría conquistando por primera vez, ya con el central en Chamartín.
Fue su segundo y último encuentro como sevillista ante el Real Madrid. Tras brillar en la cantera sevillista junto a Jesús Navas, Antonio Puerta o Kepa Blanco, Sergio Ramos debutó con el primer equipo de la mano de Joaquín Caparrós en la temporada 03/04 -el 1 de febrero de 2004, en Riazor ante el Deportivo- y disputó siete partidos de LaLiga. Ya en la 04/05 fue un fijo en los esquemas del utrerano y se midió dos veces a los blancos, con un triunfo y un empate con el mencionado golazo. Es decir, no conoce la derrota y espera poder seguir diciendo lo mismo en la noche de este próximo sábado.
Así, se estrenó ante el Madrid un 22 de diciembre de 2004 en un partido de la primera vuelta de liga disputado en el Santiago Bernabéu, en el que jugó los noventa minutos y el brasileño Julio Baptista, posteriormente compañero suyo también en el Real Madrid, logró el 0-1 con el que acabó el encuentro. En el partido de la segunda vuelta, el 14 de mayo de 2005, el Sevilla FC recibió al equipo capitalino en la jornada 36 y Ramos no sólo fue titular, sino que abrió el marcador.
El entonces lateral derecho firmó el momentáneo 1-0 en el minuto 19' tras un saque de falta lejano que fue tocado en corto por Renato Dirnei y empalado con violencia por el camero, que se coló como un obús sin que 'San Iker' pudiese hacer nada por impedirlo. Después llegó el empate con un tanto en propia meta de Javi Navarro; el 1-2, por medio de Zidane y la igualada definitiva, obra de Baptista, que volvió a ver puerta como en la primera vuelta, en los últimos lances del encuentro.
En la temporada siguiente, (05/06), Ramos jugó como sevillista el primer partido de liga, como local ante el Racing de Santander, y después fue contratado por el club de la capital de España, en el que estuvo hasta junio de 2021. Tras salir del Real Madrid, el central sevillano jugó dos temporadas en el PSG francés (21/22 y 22/23) y también tuvo la oportunidad en la primera de ellas de medirse a su exequipo, rival de los parisinos en los octavos de final de la Champions League.
Sin embargo, Ramos estaba lesionado y no estuvo convocado en ningunmo de los dos encuentros. Ahora, el Real Madrid visita el Sánchez-Pizjuán en partido de la décima jornada de LaLiga y Ramos tendrá la oportunidad de jugarlo, pero de nuevo en el bando sevillista -ya ha admitido que sabe por propia experiencia el lado para el que barren los árbitros- y también de lograr un gol, que sería el primero desde que este verano regresara al club donde se formó y con el que debutó en la élite. De villano a héroe. O viceversa.