Aunque venía anunciándolo en años anteriores, Carlos Álvarez tiró la puerta abajo el pasado año y fue una de las sensaciones de la temporada 22-23. Jorge Sampaoli, a su llegada el Sevilla, pidió atacantes que participaran en el juego y priorizó someter al contrario con la posesión. Y, mientras le traían algún fichaje en enero, tiró de la cantera, encontró al joven jugador sanluqueño y se quedó prendado de él.
Álvarez respondió en los entrenamientos y en los partidos de preparación que se jugaron durante el Mundial de Qatar 2022, y eso le permitió tener minutos en LaLiga, en el complicado partido ante el Getafe (2-1), en el que el Sevilla logró salir de los puestos de descenso; aparte de jugar en las eliminatorias de Copa del Rey ante el Torremolinos y el Linares y de ser suplente en otros encuentros tanto de Liga como de Copa del Rey, Champions League y Europa League. Y eso lo combinó con su participación en la Youth League y en un Sevilla Atlético que atravesaba una crisis de resultados que le abocaban al descenso.
Ahí regreso en el tramo final de la temporada para ser uno de los artífices de la milagrosa salvación. Carlos Álvarez anotó un gol y dio cuatro asistencias en ese tramo en el que, con Antonio Hidalgo al mando, el filial resurgió. Acabó la temporada con 4 goles y 9 asistencias en 34 partidos. Fue el máximo asistente de los cinco grupos de 2ª RFEF, y el que más faltas recibió y más tarjetas provocó. Y eso sólo con 19 años...
Esta temporada esperaba que fuera la del salto, ya que, entre otras cosas, es su último año de contrato con el Sevilla. Sin embargo, no parece que, en principio, vaya a tener la oportunidad. El nuevo director deportivo, Víctor Orta, en su presentación, aseguró que iba a contar y a apostar por la cantera en la presente campaña. Pero José Luis Mendilibar no parece pensar lo mismo y, entre los que no se llevará a la pretemporada del primer equipo y dejará en el filial, estará el joven mediapunta sanluqueño. Y eso, pese a ser el jugador con mayor proyección de los últimos años en la base y uno de los artífices de la salvación del filial.
Hay varios clubes de Segunda división atentos a su evolución y, en el caso de no contar, pedirán su cesión. A Carlos Álvarez, como ya le ocurriera el pasado año a Juanlu, Luismi, etc., se le queda pequeña la Segunda RFEF y necesita dar el siguiente paso en su evolución si no tiene sitio en el primer equipo.
Será una de las papeletas que tendrá encima de la mesa Víctor Orta en su estreno. Bastante trabajo tiene para colocar a los jugadores que han vuelto de cesión, pero también tendrá que prestar atención a esos que vienen empujando fuerte desde atrás, a los que tiene que dar una solución.