Diego Alonso sólo lleva un mes como entrenador del Sevilla FC -lo cumple hoy mismo-, pero sólo suma un triunfo en seis partidos oficiales y ya se debate acerca de su continuidad con El Gran Derbi de este domingo ante el Real Betis como gigantesca espada de Damocles sobre su banquillo. Un derbi siempre es un derbi, lo magnifica todo y más aún cuando se juega en casa, cuando el equipo lleva desde el 26 de septiembre sin ganar en LaLiga, cuando está decimoquinto en la tabla y cuando después del partido de máxima rivalidad llegan 15 días de parón por los compromisos por las selecciones que podrían hacerse eternos en caso de una derrota. Sin embargo, el uruguayo se siente reforzado por los mensajes de unidad y paciencia transmitidos por Castro, Del Nido Carrasco y Víctor Orta. Confía en su trabajo y no siente la presión de un posible despido, algo que ha zanjado con una tajante respuesta.
"No temo que el derbi sea importante para mi futuro. Es importante para el equipo y para el club, no para mí a nivel personal. Pongo por delante el orgullo para el grupo de trabajo y para el sevillista de a pie. Es importante ganar para todos ellos pero no a nivel personal. Yo quiero ganar, pero quiero ganar siendo nosotros mismos. Siendo fuertes. A veces jugando bien y a veces jugando mal, pero que se identifique siempre con lo que es el Sevilla y con lo que estamos trabajando", manifestó con rotundidad en la rueda de prensa posterior al entrenamiento de este viernes, en que un numeroso grupo de miembros del grupo Biris Norte ha irrumpido en el entrenamiento exigiendo hablar con el técnico y con los capitanes, sin que la cosa haya pasado a mayores.
"Hubo una charla con los hinchas del club y puedo decir que ellos expresaron el sentimiento de los aficionados del Sevilla FC. El grupo los ha recibido bien y terminamos en buenos términos por la necesidad común de que todo vaya bien. La presión para mí significa trabajo, trabajo y más trabajo, darle seguridad a los futbolistas y poco más. A mí tampoco me gustó el partido contra el Arsenal, no me gustó la imagen que dimos y no hicimos el plan que teníamos preparado. Asumo mi responsabilidad. Queremos dar una buena imagen y lo que tenemos que hacer es recuperar el juego, la imagen, la energía y los resultados", añadió Diego Alonso.
"El equipo está con mucha ilusión, con ánimo de revancha, ganas de revertir y dar la vuelta a esto. Tenemos una gran oportunidad a nivel de grupo, de equipo y de club para que sea un punto de inflexión para nosotros y lo daremos todo para conseguirlo", ha agregado el uruguayo de cara un derbi para el que resta importancia la diferencia de las rachas de ambos equipos. El Sevilla FC sólo ha ganado tres partidos en toda la temporada y el Betis suma 11 encuentros oficiales sin perder, con siete triunfos y cuatro empates: "Un derbi no entiende de dinámicas ni de favoritismos, intentaremos que a partir del domingo empiece una buena dinámica para nosotros. Queremos insitir en lo que hacemos bien. Vi el partido de ayer (contra el Aris Limassol, 4-1) y la mayoría de los que ha jugado el Betis. Evidentemente, el equipo que tenga más ganas seguramente sea el que se lo lleve, pero lo veo parejo".
"Entiendo que el Betis tiene esa dificultad en la portería por no poder contar con sus porteros habituales, pero el análisis me lo guardo a nivel interno y no a nivel público", decía un siempre hermético Diego Alonso, optimista con sus propios lesionados y dispuesto a esperar hasta el final a Ramos y compañía. "Uno de los factores del derbi puede estar en el dinamismo que traen ellos a nivel de resultados, pero en los derbis todos se empareja y para nosotros es una oportunidad. Lo sentimos así. Estamos en un punto en el que el derbi nos hace llegar en desventaja en cuanto a resultados, pero también nos permite ganar, cambiar la pisada y hacer que este partido sea un antes y un después", insistió Diego Alonso.
Preguntado por su relación con el vestuario y por unas declaraciones de Fernando Reges en Londres en las que admitía no haber entendido bien el planteamiento ante el Arsenal, Diego Alonso arropa a su plantilla y cree que sus ideas son recibidas con toda nitidez: "El mensaje llega claramente a los jugadores, porque la prueba es que se han repetido patrones en todos los partidos. El cambio de juego que se vio el día del Madrid, se ha repetido aunque no sea de la mejor manera. Incluso en Cádiz, no empezamos bien pero levantamos un 2-0. Ante el Arsenal no salió lo que planeamos, pero jugamos ante uno de los cinco mejores equipos de Europa. No me gustó y no pongo excusas, pero apostamos por las virtudes que tenemos, que también son muchas".