El despido de Joris Gnagnon sigue ofreciendo capítulos, dentro de un 'culebrón' que se adivinaba movido desde que el Sevilla FC, hace ahora trece meses, decidiera despedirlo de manera fulminante. Razones, visto desde fuera, no parece que le faltaran, ya que la contratación del central y su periplo por tierras hispalenses habían sido un auténtico desastre. Llegado del Stade Rennais en el verano de 2018 a cambio de la nada desdeñable cifra de 13,5 millones de euros, incluso sin Monchi en la disciplina blanquirroja por su deseo de probar suerte en la Roma, la operación olía a sus informes por los cuatro costados, por venir de la Ligue 1 y por otras cuestiones. La firmó, lógicamente, Joaquín Caparrós, al mando de una secretaría técnica en la que se apoyó en Carlos Marchena, Paco Gallardo, Emilio de Dios y Ramón Vázquez, aunque no se trata de abrir una 'caza de brujas'.
Y es que, nada más llegar, el estado físico del francés escamaba a los responsables sevillistas. Apenas 17 participaciones, con poco más de 1.200 minutos, en tres años dejaban bien a las claras que el de Bondy no había puesto todo de su parte. Desde la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán, tras una completa investigación interna, dieron el paso de rescindir unilateralmente el contrato que les unía hasta 2023, después de dos cesiones discretas al propio Rennes y al Saint-Étienne, aduciendo la falta de profesionalidad del zaguero a la hora de adquirir una forma física adecuada para un deporte de elite. En la discusión, Gnagnon argumentaba problemas para adelgazar, mientras que la otra parte trató de demostrar una conducta extradeportiva, en lo referente a la alimentación, culpable de su sobrepeso.
Este viernes, el Sevilla FC anunciaba que la FIFA le ha dado la razón y que no tendrá que abonar los 4.634.131 euros que reclamaba el franco-marfileño, aunque todavía cabe recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo. El letrado Alberto Pérez Solano, con la ayuda del especialista en derecho procesal laboral (del despacho MA Abogados) Jaime Yélamos, y de Antonio Rosado, habrían conseguido un fallo favorable que desmintieron a ESTADIO sus homólogos de la defensa del central zurdo, quienes, según Diario de Sevilla, habrían elegido la inicialmente la vía ordinaria, tras una cita sin acuerdo en el CEMAC, pero no se presentaron en el juicio, dejando todo en manos de la cámara de disputas del máximo organismo del fútbol mundial.