Al mismo tiempo que trabaja en la planificación de la primera plantilla, con la llegada de un central como gran prioridad, el Sevilla FC no se olvida de rastrear el mercado en busca de jóvenes promesas que puedan nutrir al primer equipo en un futuro no muy lejano. Una fórmula necesaria para abaratar costes en materia de fichajes y poder obtener plusvalías con futuras ventas, iniciada el pasado mes de enero por Víctor Orta con las contrataciones de Mateo Mejía e Idumbo Muzambo, que está llamando mucho la atención en esta pretemporada.
Dentro de ese mismo plan, este verano ha llegado para reforzar al filial, aunque ya pudo debutar en el primer amistoso ante el Orlando Pirates, el central Andrés Castrín, por el que se han abonado entre 200.000 y 300.000 euros al Lugo. Del conjunto gallego, además, interesa el delantero Leandro Antonetti, aunque en su caso, el club de Eduardo Dato no está dispuesto a llegar al millón de euros que exige su club, con el que le queda sólo un año de contrato.
Por quién sí ha llegado a un acuerdo, sin embargo, es por el joven mediapunta Miguel Sierra, que también acaba contrato en 2025 con el Real Avilés. Según informa La Nueva España, han sido varios los clubes interesados en el futbolista granadino de sólo 20 años, que se ha decantado finalmente por el club de Nervión, donde inicialmente formará parte del Sevilla Atlético para competir en Primera RFEF, aunque no se descarta que pueda entrar en dinámica del primer equipo.
El primero en llamar a su puerta fue el Sporting de Gijón, que solo ofrecía al club avilesino un porcentaje de una futura venta. También le han seguido UD Las Palmas y Girona, pero el Sevilla FC ha acelerado las gestiones en los últimos días y ha alcanzado un acuerdo de traspaso con el conjunto asturiano, muy satisfecho con el mismo. Así, abonará en torno a la mitad de su cláusula de rescisión, que rondaba los 100.000 euros, pero ha acordado pagar una serie de bonus por objetivos ligados al desarrollo del jugador, que tienen que ver con su presencia en el primer equipo, además de ceder un porcentaje de su pase de cara a una futura venta.
Miguel Sierra abandonó el pasado verano la cantera del Granada y puso rumbo al Real Avilés, donde le costó hacerse con la titularidad en Segunda RFEF, si bien a partir de enero comenzó a hacerse un hueco, disputando finalmente 24 partidos y llamando la atención de los 'scouts' que acudían a seguir sus evoluciones. Tras estrenarse como goleador hace unos días en la Copa Federación ante el Lenense, el mediapunta, que también se desenvuelve por ambos costados, da de este modo un gran paso en su carrera. Ya no estará hoy en el amistoso ante la Cultural Leonesa y se le espera en las próximas horas en la capital hispalense para pasar el reconocimiento médico.