Sergio Ramos: ética y principios por encima del dinero

La vuelta de Sergio Ramos al Sevilla FC demuestra que aún hay jugadores con principios en este fútbol corrompido de dinero. Llega para cerrar un ciclo y marcharse con la conciencia tranquila. No todos pueden decir lo mismo

Manuel PedreroManuel Pedrero
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Sergio Ramos: ética y principios por encima del dinero
Sergio Ramos posando ante el escudo del Sevilla FC - SFC

Honor. Aún quedan principios en este fútbol moderno trazado por billetes de colores. El fichaje de Sergio Ramos por el Sevilla FC engrandece su figura más aún si cabe. Por encima de un Mundial, dos Eurocopas, cuatro Champions, cinco Ligas, cuatro Mundiales de Clubes y una interminable lista de títulos más, su retorno a Nervión se puede considerar un trofeo más en su envidiable palmarés.

Uno siempre regresa a los lugares a los que fue feliz y eso hizo Sergio. Esperó hasta último momento para cumplir su sueño de volver a ver su nombre en el vestuario rojiblanco. En un verano donde tuvo que soportar comentarios muy desafortunados del actual presidente de la entidad y donde el director deportivo le cerraba la puerta. Pero el Sevilla FC está por encima de todo y de todos. Y Sergio Ramos es Sevilla FC.

Hace 18 años se marchó con la intención de prosperar y crecer y vio como en cada regreso al Sánchez-Pizjuán, su gente le increpaba, le insultaba. Debe ser duro que te 'machaquen' en tu casa. Oír cánticos en tu contra en el lugar que te encumbró al éxito. Unos insultos que seguramente no se habrían producido de no marcharse al Real Madrid. Las cosas de la capital, ya lo saben. Ya lo dijo Monchi en una ocasión: la envidia del que gana.

Pero volviendo al mejor central español de las últimas décadas. Lo fácil para él hubiese sido ir a jugar a Arabia Saudí, pasear en camello por el desierto y disfrutar de una experiencia con más tranquilidad aún si cabe en el bolsillo. Pero Ramos entrenará en la Carretera de Utrera, en sus orígenes, en su herencia. Vuelve para elevar el nivel no sólo del Sevilla sino también de LaLiga, esa competición que pierde año a año a sus principales baluartes. Gana el Sevilla FC, gana LaLiga y ganan los aficionados.

Dicen que el dinero no da la felicidad. Y Sergio la lleva a gala. A valentía no le gana nadie. Creyó en su vuelta. Creyó en su padre, abuelo y Antonio Puerta. Creyó en sus principios. No muchos jugadores pueden decir eso. Ramos vuelve con la nostalgia de cerrar un ciclo y ganarse de nuevo el cariño que nunca debió perder. Sus lágrimas de sosiego demuestran que consiguió el ansiado objetivo de volver a vestir la camiseta rojiblanca

Por eso, en los tiempos que corren, es digno de alabar ver personas como Sergio: con ética, fe y principios. ¿Tú puedes decir lo mismo?