El Sevilla FC se medirá al Unió Esportiva Olot en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey. Será la primera vez que el conjunto nervionense se enfrente a este modesto conjunto catalán que milita en Segunda RFEF, adonde ascendió el curso pasado, marchando en la actualidad decimocuarto en el Grupo 3, con un balance de 4 victorias, 4 empates y 5 derrotas en 13 jornadas. Estos números le han llevado a estar en zona de descenso, con la preocupación que ello conlleva, si bien el torneo del KO se presenta como una oportunidad histórica que ya se vive con la máxima ilusión en esta localidad de la provincia de Gerona que cuenta con 38.000 habitantes.
El emparejamiento con el conjunto sevillista fue celebrado por todo lo alto por la plantilla olotina. Pero no es menos cierto que la mayoría de sus componentes tenían otra preferencia. Tras salir la bola con el nombre de su equipo en noveno lugar, todos hacían sus cábalas y expresaban un deseo casi unánime: "El Betis", se escuchaba repetir entre jugadores y técnicos, como tratando de 'influir' en el sorteo para que fuesen los verdiblancos su adversario.
Mucho tenía que ver en ello el tirón que el club de La Palmera tiene en tierras catalanas. De hecho, existe una Peña Bética en Olot. Pero medirse finalmente al cuadro de Nervión ni mucho menos les desagrada. "Estamos muy contentos porque el Sevilla también nos gusta mucho. Es uno de los equipos que sabíamos que podía traer a mucha gente aquí porque hay mucha colonia andaluza en Cataluña y seguro que será un partido chulo. Es un regalo. Queremos pasarlo lo mejor posible", señaló el entrenador, Pedro Dólera, en declaraciones recogidas por Diari de Girona, pese a que él mismo era uno de los que pedía con más insistencia al Betis.
"El Sevilla es un histórico de la Liga, de las Copas de la UEFA... Estamos muy contentos e ilusionados. Deseamos ya que llegue la próxima semana y ver el Municipal lleno", aseguró por su parte el defensa Robert Costa, con la mente puesta ya en una cita que se jugará con toda seguridad el jueves 5 de enero en el Nou Estadi Municipal, con capacidad para unos 2.500 espectadores y hierba natural.
Tras dejar en la cuneta en la anterior ronda a un equipo de Segunda división como el Córdoba (1-1 y tanda de penaltis), en el seno del conjunto azulgrana ya sueñan con dar la campanada en el arranque del nuevo año. "El Sevilla es un club de gran entidad de Primera división. Me gustaría un 1-0 con un gol nuestro en los últimos minutos para que el estadio vibre. Estamos sufriendo bajas y somos pocos efectivos en la plantilla, pero afrontamos el partido con la máxima ilusión y motivación. Esto debe hacernos coger fuerzas. Daremos guerra seguro", advirtió el también zaguero Uri Ayala.
Pero si hay un futbolista del Olot para el que el choque será sin duda especial es el central Roger Barnils, que pasó por la disciplina nervionense hace ya casi una década. Fue en la campaña 15/16, en la que firmó por el Sevilla Atlético procedente de la Llagostera y llegó a disputar 15 partidos, suman do además un gol, en el filial que entrenaba Diego Martínez y que llegó a ascender ese mismo curso a Segunda división. Tras ese éxito colectivo, regresó a Cataluña para jugar en el Prat y tras pasar también por CD Ibiza y Badalona Futur, vive su segunda etapa en el Olot, donde es un fijo en el eje de la zaga.