Cuando arrancó el mercado de fichajes, todo apuntaba a que el Sevilla buscaría la fórmula de encontrar salida para Tanguy Nianzou después de que en las dos anteriores temporada no respondiera a las expectativas después de pagar por su fichaje en 2022 16 millones de euros. A priori, la hoja de ruta apuntaba a que se trataba de un descarte, pero pronto comenzaron a surgir voces acerca del interés de García Pimienta de contar con sus servicios, o, como mínimo de verlo en acción en la puesta a punto.
Esta decisión del canario, sumado a la imposibilidad de que llegara una oferta que le permitiera recuperar lo invertido ni una parte elevada del desembolso, han provocado finalmente que el parisino de 22 años se quede en el Sánchez-Pizjuán una temporada más con la esperanza de que recuperase el nivel que llamó en su momento la atención del de San Fernando cuando lo trajo del Bayern Múnich.
No ha sido el único que ha permanecido en Nervión, pues también lo ha hecho Marcao, por lo que, pese a las deficiencias notables atrás, el técnico nervionense no ha recibido ningún refuerzo para la retaguardia, la misma que en la 23/24 pero con la baja notable de Sergio Ramos.
Así las cosas, ya en pretemporada dio la sensación de que la intención de Garcia Pimienta de que Nianzou se quedara no era de cara a la galería ni para evitar un nuevo problema al club, pues le dio minutos para después confirmarlo en el estreno liguero, cuando partió de titular junto a Gudelj en el eje de la defensa al sentar a un Badé recién llegado de los JJ.OO. En la puesta a punto ya no dio muestras de seguridad y en el debut contra Las Palmas no mejoró en absoluto, más bien lo contrario, pues, al margen de marcar en propia puerta el gol del empate de los locales (1-1), dio muchas facilidades atrás.
Una vez con Badé al cien por cien, quedaba por ver quién sería el sacrificado atrás y lo cierto es que ante el Villarreal hubo revolución, pues salieron del once tanto el ex del Bayern como Gudelj, en favor de Kike Salas y el de Sévres. Tampoco funcionó el equipo bien atrás y ante el Mallorca sentó a Salas, pero no apostó por Nianzou, sino de nuevo por Gudelj. Parecía que Pimienta había perdido la confianza en el central galo, que, además, no disputó ni un solo minuto mientras que Marcao si ingresó en las dos ocasiones.
La confrmación del rol de Nianzou llegó este domingo ante el Girona, cuando al intocable Badé le puso al lado de inicio al brasileño, no concediéndole ninguna oportunidad a lo largo del choque. Es decir, que solo ha disputado 90 minutos en lo que va de temporada, los jugados en la primera jornada y nada apunta, a día de hoy, a que vaya a recuperar un papel protagonista por mor de lo que ya parece una sentencia prematura que tampoco sorprende a nadie, pues apenas le queda crédito.