Sentencia definitiva a Joan Jordán en el Sevilla

Es cierto que la salida de Quique propiciará aquello que siempre se repite de que con un nuevo entrenador la cuenta de todos los jugadores se ponen a cero, incluso la de aquellos que no han contado con el anterior inquilino del banquillo, por lo que dispondrán de la oportunidad de ganarse un puesto.

Sin embargo, esta teoría alberga numerosos matices en la práctica y no parece aplicable al caso de Joan Jordán a pesar de su indiscutible importancia en la historia del Sevilla y del compromiso que ha mostrado en los peores momentos. Los inexplicables pero trascendentes pitos de la grada cuando saltó al terreno de juego contra el Granada dibujaron una stuación insostenible y el once de hoy de Quique Sánchez Flores le ha puesto la puntilla.

Y es que ante las numerosas ausencias en el centro del campo (Soumaré, Gudelj, Óliver Torres y Suso), se esperaba que Quique le otorgara la titularidad al catalán para que gozara de minutos después de trabajar a tope para superar sus problemas físicos, pero el técnico madrileño prefirió recurrir al Sevilla Atlético y apostó de inicio por el centrocampista canterano Manu Bueno.

Un mensaje claro desde el banquillo e, incluso del propio club, al jugador de que no se cuenta con él y que se le abre la puerta de salida de cara a verano a pesar de que tiene contrato en vigor. Claro que el hecho de que no juegue absolutamente nada en el Sevilla ni siquiera en la recta final de LaLiga no ayuda en absoluto a ponerle en el mercado para que le lleguen propuestas interesantes que favorezca su despedida.

Obviamente, el centrocampista no aceptará cualquier destino y su ostracismo va en contra de los intereses de todas las partes y más cuando Jordán nunca ha arrojado la toalla.

Así las cosas, el protagonismo de Jordán en el presente curso ha sido muy reducido, pues no ha contado para ninguno de los tres técnicos y únicamente ha disputado 728 minutos repartidos en 13 partidos, con un saldo de una asistencia. Así, todo apunta a que hará las maletas en el mercado venidero, aunque para ello se tendrán que dar una serie de circunstancias, tanto en cuanto Jordán acaba en 2027 y tiene la sartén por el mango a la hora de decidir su futuro. De momento, su suplencia ante el Athletic ha sido un golpe duro para el d Regenços, que tenía ilusión en liderar el centro del campo sevillista en San Mamés.