Saúl Ñíguez Esclápez empieza a escribir su nombre en la historia del Sevilla FC. El centrocampista alicantino debutó en la noche de este viernes con la camiseta del conjunto rojiblanco. Tras perderse el duelo en Gran Canaria por sanción, García Pimienta pudo contar con la guinda de su proyecto. Fue tal la expectación que causó que hasta el barcelonés optó por colocarlo sobre el césped desde el pitido inicial en el choque que finalizó con derrota por 1-2 ante el Villarreal CF de la 2ª Jornada de LaLiga.
El centrocampista alicantino saltó al césped con la ilusión de firmar un estreno de ensueño ante su nueva hinchada. Pronto se le hizo cuesta arriba a su equipo con el tempranero gol de Danjuma. Sus primeros pasos en el coliseo rojiblanco los dio de la mano de Lucien Agoumé y Juanlu Sánchez, quienes completaron la sala de máquinas.
Desde los primeros compases, Saúl ejerció como un verdadero líder sobre sus compañeros, siendo el director de orquesta tanto sin balón como sin él. Cual metrónomo temporizó el juego con la bola a sus pies. Caído a la izquierda, se asoció bien con Pedrosa y Ocampos en ese perfil zurdo del que brotó la gran carga de jugadas producidas. Además, como demostrara otrora, se atrevió a llegar desde segunda línea. De hecho, tuvo en sus botas una gran oportunidad con un disparo cruzado tras asociarse con Isaac Romero. El Sánchez-Pizjuán le acompañó a pedir córner a Díaz de Mera en lo que pareció ser un remate desviado por Diego Conde.
En el apartado defensivo, el centrocampista ilicitano demostró garra y compromiso, dos alicientes que presentan los futbolistas que levantan a los hinchas del Sánchez-Pizjuán de sus asientos.
Si cerca estuvo en la primera mitad de ver puerta, más lo estuvo aún en el segundo tiempo. Señaló Isidro Díaz de Mera una falta al borde del área más cercana a la grada de Gol Sur. Perfilada hacia la derecha de la media luna, el lugar más idóneo para un zurdo, Saúl levantó la mano y se pidió la falta convencido de transformarla. Tanto se lo creyó que tan solo un milagro del madrileño Diego Conde lo evitó. En este sentido, el zurriagazo del alicantino se dirigía a la escuadra diestra cuando el meta del Villarreal metió los guantes y envió el disparo al travesaño.
Al final, debut de nota de un jugador que dejó un buen sabor de boca en su primera aparición como futbolista rojiblanco. A falta de adaptación y a pesar del resultado, la que fue su primera toma de contacto con el Sánchez-Pizjuán dejó entrever que su llegada al Sevilla es un verdadero acierto.