Pasó, por fin, la Junta General de Accionistas en el Sevilla FC marcada por el desacuerdo. Se acaba, aunque sólo por un tiempo, el intercambio cruzado de insultos y descalificaciones y el foco mediático vuelve a "lo que preocupa y ocupa", que como decía Jorge Sampaoli está en sacar al equipo de la zona de descenso y en mejorar la plantilla con refuerzos invernales. Y en este último punto es donde vuelven a estar relacionados el trabajo de Monchi, atado de pies y manos para darle fichajes al técnico, y el resultado del cónclave accionarial de ayer en el que no se aprobaron ni las cuentas ni la gestión del actual consejo presidido por José Castro.
Hoy debería hacerse oficial el fichaje del central francés Loïc Badé, cedido del Rennes con opción de compra de 12 millones y con condiciones económicas muy ventajosas, y debe llegar otro efectivo defensivo más. En las últimas horas habían trascendido avances por el austríaco Aleksandar Dragovic (Estrella Roja), pero la rueda de prensa de Sampaoli fue clara en ese sentido. Le gusta Badé, aunque duda de su capacidad para ofrecer rendimiento inmediato por juventud y por llegar a una liga nueva sin minutos en los últimos siete meses, y no le sirve Dragovic, como ya le había expuesto en privado a Monchi, quien no renuncia a una operación tan compleja como la de Evan N'Dicka (Eintracht de Frankfurt).
"Por los problemas que hemos sufrido con las lesiones de Marcao, Rekik y Telles necesitamos buscar un perfil zurdo. Dragovic es un central diestro que puede jugar en la izquierda, pero que no tiene esa capacidad para jugar de lateral izquierdo y es algo que necesitamos. Marcos Acuña va a tener que jugar contra el Celta porque es el único que tenemos, pero sólo lleva dos entrenamientos. Ya digo que yo no tomo decisiones sobre los nombres", señaló Sampaoli en la comparecencia previa al partido de hoy.
Monchi sí los pone, pero a su vez también hay alguien por encima que le insta a cambiar de opinión. Sucedió en verano con el que más le gustaba para suplir a Diego Carlos, que era un Benoît Badiashile que el AS Monaco está a punto de vender al Chelsea FC por 40 millones, y también por Thilo Kehrer, que acabó en el West Ham cuando muchos daban por hecho su llegada a Nervión.
Ahora podría pasar lo mismo con N'Dicka, a pesar de los notables esfuerzos del director deportivo, que incluso ha reclamado usar por adelantado algo de dinero de la partida correspondiente al próximo ejercicio. Si esto ya era difícil que fuese aprobado, la negativa de los accionistas a las cuentas del club -dos ejercicios seguidos en pérdidas- lo complica aún más.
N'Dicka, que hace unos meses levantó la Europa League sobre el césped del Ramón Sánchez-Pizjuán, termina contrato con el Eintracht de Frankfurt el próximo 30 de junio y a partir del domingo será libre de negociar su fichaje a coste cero por cualquier equipo para la 23/24. Poderoso físicamente, dominador por alto y con gran trato de balón, es un futbolista con experiencia y que transmite experiencia y garantías pese a sus 23 años y reúne la principal cualidad que busca Sampaoli: es zurdo y ya ha actuado ocasionalmente de lateral, por lo que podría ayudar a paliar la carencia del Sevilla FC.
El problema es que el Eintracht no quiere deshacerse de N'Dicka ni éste quiere renunciar a su prima por fichar como agente libre (la pide aunque saliese en enero), lo que convierte en costosa una operación ahora en enero. El Sevilla FC lleva muchos meses hablando con sus agentes, pero sabe que el momento ideal es ahora, adelantándose a la fuerte competencia y por eso Monchi deslizó la opción de adelantar parte del presupuesto de la próxima campaña para hacerse a precio de saldo con un jugador valorado por Transfermarkt en 32 millones de euros.
En verano será muchísimo más difícil. La Juventus es el mejor colocado desde hace tiempo y hay varios clubes de la Premier League dispuestos a ofrecerle una ficha irrechazable, pero todos ellos desean esperar a verano. Y la economía del Sevilla FC, la verdad, no está para afrontar ahora los pagos de un traspaso y de una prima por fichaje. Monchi no se rinde y seguirá intentando buscar fórmulas que lo hagan viable, pero además de sus escasos recursos económicos tiene el tiempo en contra, porque Sampaoli necesita ese refuerzo con urgencia aunque haya transmitido que contará con el canterano Hormigo como suplente de Acuña mientras tanto.
"El viaje a Vigo con el equipo me priva de estar en la JGA junto a los CD y al resto de ejecutivos. No obstante,como siempre he dicho, soy el primero que da un paso al frente a la hora de asumir mi RESPONSABILIDAD por el decepcionante inicio de temporada. Sé que es difícil pediros CONFIANZA, pero yo sigo creyendo en este equipo y en este proyecto y estoy convencido de que juntos sacaremos la situación adelante. Ahora toca demostrarlo", señaló el propio Monchi ayer en su cuenta de Twitter.