A sus 64 años, Jorge Sampaoli no ha salido especialmente bien de los dos últimos clubes a los que ha dirigido, el CR Flamengo y el Sevilla FC, que tuvieron que despedirle ante la deriva deportiva en que se encontraban. No es que triunfara previamente en el Olympique de Marsella, aunque su segunda etapa en Nervión y su regreso a Brasil, donde ya había dirigido a Santos FC y Atlético Mineiro, no pasará a la historia. En la capital hispalense no había un mal recuerdo del argentino, que pasó brevemente en la 16/17 por el conjunto blanquirrojo, al que dejó cuarto en LaLiga, aunque también eliminado en octavos de la Champions League por el Leicester City y en la misma ronda de la Copa del Rey ante el Real Madrid. El capricho de la Federación Argentina para que dirigiera a la Albiceleste propició que, tras una negociación dilatada, pagasen una cantidad cercana a su cláusula de rescisión, que rondaba los 1,5 millones de euros.
Eso fue, literalmente, lo único que dejó en el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde vivió otra fugaz estancia (31 partidos) entre octubre de 2022 y marzo de 2023. La apuesta por la continuidad de Julen Lopetegui salió rana y, con el Sevilla fuera de la UCL y en la zona baja de la clasificación, Monchi (muy a su pesar, aunque ésa es otra historia) recurrió de nuevo al de Casilda, con una filosofía radicalmente opuesta de juego a la del técnico vasco. Con la coartada del parón por el Mundial de Qatar, se esperaba que el equipo nervionense levantase el vuelo para volver a su hábitat natural en las dos últimas décadas anteriores, la lucha por las plazas continentales, aunque terminaría siendo despedido tras caer 2-0 en Getafe y bordear el K.O. en la Europa League ante el Fenerbahçe. En su lugar, José Luis Mendilibar hizo todo el trabajo, salvando holgadamente al conjunto hispalense, haciéndole ganar la Séptima y mereciendo su renovación.
Meses más tarde, Sampaoli llegaría a un acuerdo con el Sevilla FC para su finiquito, tras reclamar su parte de las primas de ese curso, que alcanzó los ocho millones de euros (reclamaba más de diez), aunque luego ingresaría otros tres por la destitución en el Flamengo. Sin embargo, 'Diario de Sevilla' desvela un episodio desconocido pero igualmente lucrativo para él. Al parecer, perdió su cartera en el centro de la ciudad y ésta fue encontrada por un ciudadano, que, de forma muy honrada, no dudó en entregarla intacta en la comisaría de Policía de la Alameda de Hércules. Un golpe de suerte nada habitual en estos casos, pero que redobla su importancia al conocerse que no llevaba en el accesorio únicamente su documentación o una cantidad pequeña de dinero. De hecho, muchos ahora no llevan nada, pues está muy extendido desde la pandemia el pago con el móvil o el smartwatch (vía NFC). Pero el suramericano portaba ni más ni menos que 12.000 euros. Sin duda, aquí sólo ganó y ganó.