De Jorge Sampaoli es bien conocido su destreza con el lenguaje y la opulenta riqueza de su discurso; pero del mismo modo que es capaz de alargar durante minutos su respuesta a una pregunta muy concreta, no duda en morderse la lengua, frenar la dialéctica y tirar de mensajes lacónicos y escuetos cuando considera que su contestación quizás pueda dar más titulares de los que busca en su deseo prioritario de seguir mejorando al Sevilla FC. Suele decirse que 'A buen entendendor pocas palabras bastan' y es lo que se lee entre líneas de las excesivas reticencias del técnico argentino a ofrecer una valoración del mercado de enero con cuatro llegadas (Badé, Ocampos, Bryan Gil y Pape Gueye) y las siete salidas (Isco, Dolberg, Delaney, Januzaj, Carmona, Kike Salas y Pedro Ortiz) que el club nervionense ha cerrado en el mes de enero.
"El tema del mercado es un tema muy especial y me cuesta mucho hablar. Yo veo personas en un vestuario, pero el mercado utiliza jugadores como productos que se devalúan o revalorizan, se les ve como latas de tomates y se les deshumaniza, manejando valores estrepitosos. Pondría como ejemplo del mercado que Lucas Ocampos o Bryan Gil volvieron a un lugar para intentar ser felices tras transferencias exitosas que no les dieron la felicidad. Hay un rockero argentino que canta pidiendo 'Disfrutar de los placeres que nos quedan sin dañar'. Es eso. Los futbolistas son felices jugando a la pelota, pero en el mercado son manejados como un producto", reflexionó el entrenador del Sevilla FC tras ser preguntado, simplemente, si estaba satisfecho o no.
El segundo intento, en el que fue cuestionado por si le ha faltado algún jugador o alguna demarcación por reforzar, tampoco sirvió para sacarle más información, a pesar de que él mismo había detallado semanas atrás su lista de peticiones a Monchi: "El equipo se quedó con la ilusión de que los que llegaron se acomplen rápido, que se produzca de manera armoniosa y que eso nos permita obtener buenos resultados. La plantilla es la que es y si tengo que hacer comentarios lo hago adentro a la gente que corresponda. Yo no tenía influencia en el mercado, me enfoco en lo que tengo y en sacarle el máximo partido posible. En el foro interno habrá discusiones pero prefiero que ustedes no participen de ellas".
"Hay que adelantar plazos con los que llegaron a último momento, reformular y potenciar vínculos socioafectivos con los que ya estaban para conseguir un funcionamiento futbolístico global, más allá de lo táctico. El fútbol es un todo, se juega con un balón que se mueve todo el tiempo y no sólo es defensa o ataque. Estamos tratando de focalizar nuestra tarea, con jugadores con más capacidad de adhesión y otros que tienen menos pero hay que empujarles. Quiero que sea un equipo de ellos, propio, y no un equipo mío", añadió sobre la confección de la plantilla en la que desde este mismo viernes ya no está Adnan Januzaj, cedido al Basaksehir FK turco.
"A Adnan (Januzaj) no hemos conseguido darle herramientas para su adhesión inmediata a la idea. Eso lleva un tiempo, en este mercado vinieron jugadores, ahora hay muchos extremos y veo acertada la solución de la salida temporal, porque un jugador con este talento necesita participar más para que pueda llegar a junio con más minutos. Llegué al club casi sin conocerlo, le planteé una dinámica estricta y muy dinámica que no conseguimos llevar a cabo", manifestó sobre el belga, que se marcha tras disputar 123 minutos en todo lo que va de 22/23.
"No sé qué liga es mejor, pero sí sé que hay algunas con más poder económico y con menos restricciones. En los lugares donde no hay límites es donde más se utiliza al jugador como producto. Es el poder. Está en Inglaterra y se desarman unas ligas para potenciar otras. Eso no quiere decir que luego un equipo español gane la Champions. Vuelvo a lo mismo: el mercado es un momento del año en el que me incomoda hablar, porque algún día los jugadores se van a juntar para dejar de ser manoseados", apostilló sobre la ventana invernal antes de explicar la lista para la Europa League.
Como ya adelantó Monchi en su rueda de prensa, sólo se podían hacer tres cambios y uno era obligado porque la marcha de Isco forzaba a incluir a Óliver Torres para cumplir el cupo de futbolistas nacionales. Como han llegado cuatro jugadores, al menos uno de ellos debía quedarse fuera. Y no han sido dos porque Bryan Gil ha entrado como canterano. "Está en ritmo, ha llegado sin apenas competir en su equipo, pero es un jugador joven, tiene mucha energía y quiere mucho a este club", señalaba sobre el barbateño, petición expresa suya y un futbolista que ya intentó fichar para el Marsella.
En el OM, precisamente, coincidió con Pape Gueye, que muy a su pesar ha sido finalmente el sacrificado en el listado que el Sevilla FC ha inscrito en la Europa League: "Fue incómodo el hecho de que se quede fuera Pape. Entró Óliver porque necesitamos cuatro españoles pero también por merecimiento propio. Era imposible anotarlos a todos. Pape habría sido un jugador muy importante en Europa, seguro, porque ya conoce el torneo y nos haría mucha falta".