Rubén Vargas adelanta a Lukébakio nada más llegar al Sevilla

Sólo unas horas le han bastado al internacional suizo para convencer a su entrenador y a sus compañeros, que usaron los deberes que trae hechos el ex del Augsburgo para meterle caña al máximo goleador nervionense este curso

Rubén Vargas adelanta a Lukébakio nada más llegar al Sevilla
Vargas y Lukébakio se saludan en el entrenamiento del viernes, el primero del suizo con sus nuevos compañeros. - Sevilla FC
Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura

La plantilla del Sevilla FC realiza un enorme ejecicio de concentración para abstraerse de las enésimas balas de fogueo de Del Nido Benavente, que ha pasado de prometer su vuelta a la presidencia tras reunirse con el 'Ibex sevillano' a ser plantado en el altar por los 'americanos' ayudando a la previsible pero criticada consolidación del consejo de administración dirigido por Del Nido Carrasco tras la Junta General de Accionistas celebrada este pasado viernes. La guerra institucional está enquistada, la judialización del club es hastiante, el contexto de grave crisis económica es preocupante y corren tiempos de grave fractura social, pero la pelotita tiene el poder mágico de cambiarlo todo cuando le da por entrar en la portería rival y en eso se centra el equipo de García Pimienta de cara al partido de esta noche en el Sánchez-Pizjuán frente al Valencia. Para este duelo directo en la zona baja de la clasificación, el técnico blanquirrojo cuenta por fin con un refuerzo: Rubén Vargas llegó el jueves, firmó su contrato, se ejercitó con sus nuevos compañeros el viernes y este sábado se estrenará en una convocatoria después de 'adelantar' a Dodi Lukébakio.

La llegada de Vargas ha servido de vía de escapa para unos futbolistas que no son ajenos a toda la hostilidad que se respira en todos los frentes. Así, el perfil oficial del Sevilla FC en TikTok ha compartido un vídeo de la charla previa a la última sesión matinal en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios previa al duelo liguero contra el Valencia. En las imágenes se ve el clásico corrillo de grupo que suele formarse antes de cada entrenamiento y, como es lógico, el nuevo refuerzo es el gran tema de conversación. No obstante, la broma iniciada por Lucien Agoumé hace que Lukébakio también cobre protagonismo. Se ve que, después de año y medio en el club, al extremo belga aún le cuesta hacerse con el idioma y, como las comparaciones siempre son odiosas, el más que aceptable nivel de español del suizo apenas unas horas después de aterrizar en Nervión le ha granjeado las simpáticas mofas de sus compañeros.

"Yo lo que digo es que Rubén habla ya el español mejor que Lukébakio", suelta con tono jocoso Agoumé generando las carcajadas de todo el grupo. El belga no tarda en darle la razón, pues ni siquiera ha sido capaz de entender la broma. Un miembro del cuerpo técnico se lo explica -en castellano pero a lenta velocidad y vocalizando cuidadosamente- y no le queda otra que reírse. Sigue la chanza, negando la mayor y entre todos le instan a demostrarlo. Antes de saltar al campo, en el vestuario habían explicado cómo sería la sesión. "A ver, Dodi, ¿qué tenemos hoy para el entrenamiento?". "Como siempre", respondió de manera concisa el máximo goleador del Sevilla FC 24/25, volviendo a generar las risas de todos los presentes antes de rematar detallando -ahora de verdad- todos los ejercicios previstos y despertando los aplausos de reconocimiento.

En principio, Vargas y Lukébakio deberían tener dificultades similares para aprender castellano. Tanto Suiza como Bélgica con países plurilingües, generalmente francófonos en una gran parte de sus extensiones geográficas pero también con mucho peso del alemán, por la cercanía con las fronteras de ambos países. Además, ambos tienen pasado en el país germano, pues mientras el recién fichado llega después de pasar casi cinco años en el FC Augsburgo, el bruselense recaló en el Sevilla en el verano de 2023 después de pasar cinco años en tierras teutonas en las filas del Fortuna Düsseldorf, VfL Wolfsburgo y Hertha Berlín. Al final, más que hacer de anfitrión, pinta a que será Dodi quien reciba ayuda de un Rubén que ha llegado con deberes hechos. A malos tiempos, al menos buena cara para poder superarlos.