El Sevilla FC negocia con el Qarabag la llegada de Juninho para reforzar su delantera en el mercado de enero. Después de que el club de Azerbaiyán rechazase públicamente una primera oferta procedente de Nervión algo inferior a los dos millones de euros, desde la planta noble del Sánchez Pizjuán le han transmitido a los azeríes que están dispuestos a llegar hasta los tres kilos, pero no a los cinco que han comenzando exigiendo.
Se cuenta con que la presión del brasileño, que ha pedido no jugar a su entrenador, haga el resto para llegar a un final feliz. Pero irremediablemente, el posible fichaje del atacante de Pitangui tiene que ir emparejado a la salida de Kelechi Inheanacho, que ya conoce por boca de sus representantes que el club sevillista desea buscarle un nuevo destino dado el pobre rendimiento ofrecido hasta la fecha.
La sanción de Isaac Romero ante el Celta de Vigo brindó al nigeriano una nueva oportunidad para salir de inicio en LaLiga, pero lejos de reivindicarse, quedó señalado por García Pimienta, que lo retiró del campo en el descanso para dar entrada al canterano Álvaro García Pascual, quien parece haber adelantado al ex del Leicester en las preferencias del técnico. Pese a ello, el catalán sigue teniendo buenas palabras para su jugador.
“Kelechi entrena bien, es muy querido por los compañeros, es muy respetado incluso. Por la razón que sea no está teniendo los minutos que te hacen tener continuidad, rendir mejor, pero creo que cuando uno da todo lo que tiene, aunque no le salgan las cosas, no le puedo decir nada. Estamos para ayudarle. Ha jugado mucho más Isaac que él y eso condiciona. Si decide marcharse en el mercado, surge una oferta o cualquier cosa… Yo estoy contento con él. A eso se le puede dar la vuelta, todo dependerá de que entre nosotros hablemos y busquemos la mejor solución”, señaló este viernes en sala de prensa.
Mientras tanto, Orgullo de Nervión informa de que Iheanacho se ha tomado con calma esta difícil situación. De momento, se entrena con normalidad, como si nada se moviese alrededor de su futuro. Deben ser Víctor Orta y sus representantes lo que se pongan manos a la obra para tratar de encontrarle acomodo, considerando en el seno del club sevillista que no debe ser una misión imposible, pues aún mantiene cartel en ligas menores. Además, firmó por sólo dos temporadas más una tercera opcional, si bien todo está en manos del propio jugador.