Tras la pobre campaña pasada, en la que llegó a temerse por la permanencia, el Sevilla FC iniciará un nuevo proyecto deportivo marcado por la austeridad económica y bajo la batuta de Francisco Javier García Pimienta. El catalán ha sido confirmado como nuevo entrenador nervionense para las dos próximas temporadas (la segunda de ellas condicionada a una serie de objetivos), pero entre la afición sevillista hay quien recela de su estilo de juego.
Formado en la cantera del FC Barcelona tanto de jugador como posteriormente en los banquillos, el ex de la UD Las Palmas está obviamente influenciado por esa propuesta futbolística que reina desde hace años en el club azulgrana, que pasa por dominar los partidos a través de la posesión y el buen trato de balón.
En un símil que a no todos convencería, él mismo elogió tiempo atrás a otro técnico con ideas parecidas, como el ex bético y también ex barcelonista Quique Setién. “Es un referente y ojalá pudiéramos acercarnos a lo que hizo él aquí. Ha hecho historia en la UD Las Palmas. Me identifico totalmente con el juego de Quique Setién", señaló a su llegada al club canario.
Durante dos temporadas y media en el conjunto insular, García Pimienta ha tratado de ser fiel a sus principios. De hecho, a lo largo del pasado curso presentó una media del 60% de posesión en sus partidos, lo que no siempre se traduce en verticalidad, por lo que sólo el Barça de Xavi tuvo mejores datos en esta faceta.
Pero para quienes teman que se trata de algo inflexible, hay que recordar otras declaraciones suyas cuando firmó por la entidad canaria. Entonces, quiso dejar claro que también es capaz de moldear su estilo en función de los mimbres con los que pueda contar. “Esto es muy sencillo. Tu vienes con una idea de intentar jugar, pero si no te lo compran… Por mucho que fuese el método ideal, si no soy capaz de transmitirlo o ellos nos son capaces de entenderlo o no lo ven, hay que cambiar, porque lo importante en el fútbol son los futbolistas”, explicó en la Cadena Cope.
Habrá que ver, por tanto, qué elementos es capaz de poner a su disposición Víctor Orta, pues a nadie escapa que en la actual plantilla no hay demasiadas armas para practicar el estilo que tanto gusta a su nuevo entrenador. Sin ir más lejos, Diego Alonso ya trató de cambiar el sello de Mendilibar, apostando por construir el juego desde atrás, y fracasó de forma estrepitosa, llegando la reacción de la mano de Quique Sánchez Flores y su fortaleza defensiva como premisa. El sistema de tres centrales del técnico madrileño será historia. Para García Pimienta, el dibujo preferido es el 4-3-3. A partir de ahí, a tenor de sus palabras, se adaptará a las circunstancias.