El Sevilla FC necesita reforzar todas sus líneas de cara a la próxima temporada. A la espera de que García Pimienta tome asiento para ofrecer su opinión al respecto, Víctor Orta ya ha comenzado un frenético verano donde deberá tirar de ingenio ante las apreturas económicas que sufre la entidad.
En el centro del campo, se buscan jugadores de todos los perfiles, tanto defensivos como ofensivos, pues no se cuenta con Joan Jordán, aunque su salida no será sencilla, y ya han dicho adiós Soumaré, Óliver Torres y Agoumé, al que aún se intentará retener mediante una nueva cesión o renegociando a la baja la opción de compra con el Inter de Milán.
En este sentido, desde Nervión siguen desde hace meses la estela de Alejandro Arribas. Tanto es así que el pasado mes de marzo, cuando el descenso de la UD Almería ya se daba por hecho, anunciaban desde la capital indálica que el club hispalense era uno de los más interesados en este talentoso mediocentro ofensivo de sólo 22 años que se puede desempeñar también en ambos costados.
El deseo sevillista no se ha apagado en estos meses. Pero su fichaje no será nada sencillo pese a que su equipo, con el que tiene contrato hasta 2029, militará la próxima campaña en Segunda división. En su caso, el conjunto almeriense no tiene la necesidad económica que sí empuja a otros equipos que descienden a desprenderse de sus mejores jugadores, por lo que mantendrá una posición de fuerza en cualquier negociación.
El propio Arribas aseguró al acabar la temporada que su intención era sentarse con el club y tratar su futuro. Una reunión que ya se ha producido y que no es halagüeña para los intereses del Sevilla FC. Y es que, desde la entidad que preside Turki Al-Sheikh le han transmitido al madrileño y a sus agentes que quieren que sea una pieza básica en el proyecto que tendrá como objetivo devolver al equipo a LaLiga EA Sports en sólo un año.
De este modo, quien quiera al centrocampista tendrá que pasar por caja. No habrá facilidades para dejarlo salir, apuntándose que no se escucharán ofertas por debajo de 7,5 millones de euros, que fue el dinero que la UD Almería pagó el pasado verano para hacerse con el 50% de su pase, quedándose la otra mitad el Real Madrid, donde se formó.
Resulta complicado que el Sevilla FC pueda llegar a esas cifras. No en vano, su intención inicial era la de solicitar una cesión con opción de compra, pero para que los indálicos acepten algo así deberá apretar mucho el propio jugador. Tampoco se pueden permitir su fichaje en esas condiciones equipos como el Mallorca o el Deportivo Alavés, los últimos en salir a la palestra. Diferente sería si el Bayer Leverkusen retoma el interés que ya mostró a lo largo del curso. En Nervión, de momento, es una opción que gusta pero parece aparcada y así se quedará si no cambia el escenario y se pone a tiro.