Seis futbolistas del Sevilla FC y tres del Real Betis acaban contrato el próximo 30 de junio de 2025, aunque la gran mayoría de los nueve son cedidos con una vinculación mayor con sus respectivos clubes de origen y, en el caso de los dos verdiblancos, con opciones de compra para su continuidad. Estrictamente hablando, únicamente los nervionenses Suso Fernández, Pedro Ortiz y Álvaro Fernández, así como el heliopolitano Marc Bartra, tienen fijado ese horizonte real en sus relaciones y, por ende, podrían negociar libremente con quien quisieran desde este día de Año Nuevo, sin tener siquiera que llevarlo en secreto, hasta el punto de que la legislación deportiva les permite comprometerse y firmar con la entidad que deseen ya para arrancar el 1 de julio próximo una nueva aventura. Un asunto que ocupa y preocupa ligeramente en el Ramón Sánchez-Pizjuán, aunque nada en absoluto en el Benito Villamarín.
En la plantilla blanquirroja, Albert Sambi Lokonga retornará al Arsenal, pues se antoja prácticamente imposible, dados su rendimiento y las limitaciones económicas de la institución sevillista, hacer frente a la opción de compra de 12 millones de euros. El préstamo de Valentín Barco se va a interrumpir a la mitad, quedando como trámite que Brighton y Oporto pacten las condiciones en las que el lateral zurdo completará en Portugal la campaña 24/25, mientras que lo de Saúl Ñíguez es prorrogable y no tiene por qué ser del Atlético de Madrid el curso venidero. Del resto, aunque se intentará buscarle en enero un acomodo que deje algún rédito, preocupa poco el adiós de Pedro Ortiz. Sí se medita la continuidad de Álvaro Fernández, que ha respondido con creces durante la lesión de Örjan Nyland, aunque el asunto del meta riojano no anda ni mucho menos adelantado ni a punto de cerrarse.
Más molestos están en el Sevilla FC con Suso, que no ha querido saber nada de las propuestas que le han llegado de México ni tampoco tiene previsto escuchar a Valencia CF y otros clubes de Oriente Medio. Pese a su claro ostracismo, aboga por terminar el curso en Nervión, donde ya dan por hecho que no recuperarán ni siquiera una mínima parte de los casi 23 millones de euros que costó reclutarlo a título definitivo del Milan, y marcharse libre, bien con vistas a una próxima retirada en el Cádiz CF (parece prematuro con 31 años recién cumplidos) o para embolsarse una buena prima de fichaje con un traslado al extranjero. No se ha planteado en ningún caso una renovación, ni siquiera a la baja, pues entre las lesiones y su irregular rendimiento se considera lo más pertinente separar los caminos con el atacante gaditano.
En el Real Betis, el único que no tiene nada firmado más allá de verano en Marc Bartra, pero su acuerdo verbal con los verdiblancos incluye la posibilidad, siempre que su físico le respete y ambas partes estén satisfechas, de ir ampliando año a año la vinculación. De seguir todo como hasta ahora, su presencia en la plantilla de la 25/26 con 34 años será un hecho. Tampoco hay una decisión tomada acerca de las opciones de compra por Vitor Roque y Natan de Souza. En el caso del delantero, se puede posponer la compra al siguiente verano, aunque su precio ya ascendería a 27,5 millones de euros por el 80% de los derechos. Con el brasileño, desbancado por Diego Llorente y el catalán, hay más dudas, por lo que una vía factible sería renegociar con el Nápoles para adquirir una parte del pase o renovar la cesión con condiciones similares. Ambas (serían 34 millones) parece complicado para una sola ventana de transferencias.