La relación Orta-Mendilibar, "el agobio de Monchi" y la prioridad del Sevilla

El conjunto nervionense trabaja en Montecastillo con 29 jugadores y aún deben incorporarse otros ocho futbolistas más a la pretemporada, algo para lo que el vasco considera urgente encontrar una solución

La relación Orta-Mendilibar, "el agobio de Monchi" y la prioridad del Sevilla
Mendilibar da instrucciones al poblado número de efectivos con el que el Sevilla trabaja en Montecastillo. - Imagen SFC
Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura

El Sevilla FC ha retomado las dobles sesiones para este miércoles y mañana jueves, después de que el martes sólo hubiese entrenamiento matinal. La sobrepoblada plantilla concentrada desde el domingo por la noche en el Hotel Montecastillo, en Jerez de la Frontera (Cádiz), va elevando la intensidad en esta primera fase de la pretemporada, que concluirá el viernes con un amistoso a puerta cerrada ante el Córdoba CF, que servirá a José Luis Mendilibar para evaluar el estado de sus pupilos y examinar a algunos de los muchos efectivos que se han sumado al grupo tras salir cedidos en la 22/23. En este sentido, el técnico vasco ha señalado que está "contento con la calidad del equipo" y ha dejado claro que, antes incluso que fichajes, lo que pide es que la dirección deportiva logre disminuir el elevado número de futbolistas (37) lo antes posible. Para esta tarea confía plenamente en Víctor Orta, a quien ya conocía de una etapa anterior y al que considera un sustituto de garantías para un Monchi al que vio "muy agobiado".

Así lo ha explicado el propio Mendilibar en una interesante entrevista concedida al Diario As desde la concentración en Montecastillo. "Sigo pensando que es una gran plantilla", manifestó, recalcando lo que ya opinó en la rueda de prensa para valorar su renovación por una temporada, satisfecho con la continuidad de Nemanja Gudelj y los fichajes de Loïc Badé, Adrià Pedrosa y Federico Gattoni. En esas tres contrataciones ha quedado encallado el barco de los fichajes, pero el de Zaldívar deja claro que no está preocupado por ello y remarcó que la prioridad está en la 'Operación salida'.

El preparador vizcaíno suele expresarse con sinceridad, claridad y sin paños calientes. Evidentemente, si se marchan jugadores importantes confía en que el Sevilla FC sepa encontrar recambios de garantías, pero Mendilibar insiste en que lo más urgente ahora es aligerar peso: "Hay que arreglar el número de jugadores. Estamos entrenando con 29 tíos y faltan ocho que andan todavía danzando por ahí. Tienen que salir al menos 10 jugadores o más, incluso, si queremos traer fichajes. Pero estoy contento con la calidad que hay en la plantilla".

Su confianza en la capacidad de Víctor Orta es plena, añadiendo al respecto que ya lo conocía de una etapa anterior. "Me fichó para el Valladolid cuando me echaron del Athletic, aunque es verdad que apenas coincidí con él. Firmé, me fui de vacaciones y durante ese tiempo Víctor se vino precisamente para el Sevilla FC. Luego, estando él en el Middlesbrough nos cedió a Kike García al Eibar", recordó el técnico nervionense, que no cree que el madrileño haya heredado un marrón de Monchi: "Yo creo que no es ningún marrón. Lo veo igual que cuando llegué yo. Al final ganamos la Europa League en lo que parecía iba a ser una temporada horrible".

En este sentido, sin querer meterse demasiado en las causas del divorcio entre el de San Fernando y el club, Mendilibar sí reconoció que a su llegada en marzo se encontró a un director deportivo totalmente hundido de moral y sobrepasado por la acuciante situación. "Yo no he podido disfrutar a Monchi nada. Desde que llegué ya le veía agobiado, estaba jodido. Yo vine de nuevas, pero a la gente del club la veía mal y a Monchi, también", reveló, buscando siempre el lado positivo de las cosas y remarcando lo mucho que curte estar en el pozo y salir de ahí de manera triunfal.

"De vez en cuando pasar momentos malos puede servir. Aquí han vivido 20 años de gloria y había gente que no conocía otra cosa; pero en la historia anterior del Sevilla FC sí se habían conocido situaciones extremas. A veces es hasta bueno para que la gente valore lo que ha tenido".